La llegada de P.J. Tucker a Milwaukee Bucks el pasado marzo bien se podría ver como el último ladrillo puesto en el muro del campeón. El ala-pívot aterrizaba en Wisconsin como el complemento perfecto para un equipo ya impoluto defensivamente, y así lo demostró durante los playoffs. Su rendimiento auguraba una renovación casi asegurada, pero Tucker terminó firmando con los Miami Heat por dos años y 14,3 millones de dólares. Tema del que el jugador ha hablado de cara al partido que Heat y Bucks disputarán el próximo jueves. «Me sorprendió mucho».
«Si ganas un campeonato y eres parte del núcleo del equipo que lo gana esperas eso [la renovación]» diceTucker en declaraciones para el Miami Herald. «Es algo que puede pasar pero que no ocurre normalmente. Me tomo mi situación como algo particular y sigo con lo mío». En una entrevista concedida para The Athletic en el mes de agosto, el dueño de los Bucks Marc Lasry, admitía que la decisión se tomó con el impuesto de lujo en mente. Milwaukee ya es el cuarto equipo de la liga que mayores salarios paga, y la renovación de Tucker les habría costado mucho más de 15 millones.
El jugador dice haber pasado página, pero eso no quita el extra de motivación con el que encara el enfrentamiento. «Es un comportamiento naturalmente humano. Definitivamente quiero ganar este partido más que cualquier otro en la temporada. Si no te lo dijera, te estaría mintiendo».
(Fotografía de portada de Eric Espada/Getty Images)