Después de barrer a los Brooklyn Nets en primera ronda de playoffs, los Boston Celtics se han topado con un equipo mucho más sólido y con muchas más tablas en este tipo de escenario: los Milwaukee Bucks. Los vigentes campeones de la NBA impusieron su ley en el TD Garden para sumar el primer triunfo de la serie, construido sobre la defensa y un Giannis Antetokounmpo implicado en diversas tareas a ambos lados de la cancha.
Los de Mike Budenholzer llevaron el partido a su terreno con un juego muy físico, un estilo al que los Celtics no pudieron ajustarse. «Tienes que darles todo el crédito», afirmó Al Horford, según recoge el medio USA Today. «Realmente salieron y marcaron la pauta. Estuvimos un paso por detrás en todas las cosas que los Bucks hicieron. Siento que respondimos en algún momento, pero su juego tan físico tuvo un gran impacto en el juego.»
Budenholzer planteó un encuentro muy duro en defensa, en el que incidió —como ya es habitual— en colapsar la zona a cambio permitir cierta libertad en el tiro exterior a los Celtics. En efecto, los de Ime Udoka anotaron 18 triples (en 50 intentos) pero solo sumaron 20 puntos en la pintura, además de ser superados en el rebote.
Para no viajar a Wisconsin con un delicado 0-2 en contra, Boston necesitará igualar la batalla física, aprovechar sus tiros liberados y realizar los ajustes necesarios para lograr una mayor presencia interior. Los Celtics recibieron 101 puntos pero solo fueron capaces de anotar 89 tantos. Y ojo, los Bucks presentan un récord de 105-9 —incluyendo playoffs— en los últimos cinco años cuando han encajado menos de 101 puntos. De estas nueve derrotas, solo una ha tenido lugar en los últimos tres años: el pasado mes de diciembre ante Toronto Raptors.
(Fotografía de portada de Adam Glanzman/Getty Images)