Utah ha conseguido contra corriente ser uno de los últimos 8 equipos que aspirarán al título. Tras siete años de ausencia, la franquicia de Salt Lake City vuelve a una segunda ronda de playoffs pese a una temporada accidentada por culpa de las lesiones. La última de ellas es de un reincidente. Alec Burks, quien no ha podido jugar más de 42 partidos en las últimas tres campañas por problemas físicos, está en riesgo de no poder ayudar a los Jazz en su camino en los playoffs.
Una carrera frustrada por lesiones
El escolta, de 25 años, no pudo disputar ningún partido de la serie ante los Clippers por una lesión en su rodilla izquierda. Burks recibió una inyección de plasma rico en plaquetas como tratamiento antes del tercer partido de la serie, un tratamiento que le ha mantenido ausente de las canchas. Según el periodista local Tony Jones, los Jazz están considerando descartar a Burks del resto de los playoffs, terminando de forma efectiva su temporada.
La decisión no se ha tomado de forma definitiva, pero no sería una sorpresa para un jugador martirizado por las lesiones desde que firmó una multimillonaria extensión por cuatro años con los Jazz en 2014. Burks, quien promedió 14,0 puntos en 2013-14, se quedó en 6,7 puntos en 2016-17, su mínimo de carrera, cayendo por primera vez del 40% en tiros de campo y del 33% en triples. La explosión de Rodney Hood y la presencia de otro anotador desde el banquillo tan consistente como Joe Johnson han minimizado su importancia.
Año accidentado
La lesión de Burks se suma a la larga lista de jugadores tocados en la actual campaña de Utah. En temporada regular, puntales como Gordon Hayward, George Hill, Rodney Hood o Derrick Favors sufrieron problemas físicos de variada importancia, e incluso en playoffs perdieron a Rudy Gobert durante varios partidos tras una aparatosa lesión de rodilla en el primer minuto de la serie. Pese a ello, el equipo de Quin Snyder sigue con vida en la temporada más exitosa vivida en Salt Lake City desde los años dorados de Jerry Sloan.