Los Jazz se medirán a los Warriors en las semifinales del Oeste

Los Angeles Clippers lograron lo que ya parecía difícil, que era forzar la disputa del Game 7 sin Blake Griffin en sus filas desde el tercer partido de la serie. No pudo ser. Ante su afición, empujando mucho más con el corazón que con baloncesto, una temporada más se desvanece el sueño de un equipo cuyo proyecto, todo parece, apunta a su fin.

Chris Paul embocaba los vestuarios hundido, Paul Pierce, rostro tembloroso y ojos anegados, se despedía de los jugadores de Utah Jazz en la que no era una despedida cualquiera; su último partido tras 19 años batallando en la NBA. Se retira Silverado.

Utah, siete años después

Doc Rivers animaba casi sin voz a sus chicos en el tiempo muerto. Con seis minutos aún por jugar y 14 puntos abajo en el marcador, les animó a creer, les exortó a intentarlo; a pensar sólo en cada posesión. El problema fue que en (casi) cada posesión, sus rivales en la noche de hoy y en las siete últimas noches de competición, supieron estar a la altura.

Hoy derrocaron definitivamente a su primer enemigo en estas series por 104-91. Con el de esta noche, han sido hasta tres los triunfos del conjunto que dirige Quin Snyder en el Staples Center para conducir a los Jazz a unas semifinales que no paladeaban desde 2010, cuando Deron Williams, Carlos Boozer, Andrei Kirilenko o Kyle Korver entre otros, aún daban brillo a sus colores.

Siempre Hayward

Su madurez está completa. A sus 27 años ha demostrado que ya está listo y capaz para liderar a su equipo rumbo a algo más que un año decente. Gordon Hayward ha vuelto a ser el jugador del que más pendiente ha estado la defensa de los Clippers y la que, sin embargo, nada ha podido hacer que evitar que fuera el máximo anotador del encuentro, con 26 tantos.

Otra gran noticia para la gente de Utah: Derrick Favors vuelve a parecerse a Derrick Favors. Esta noche ha podido jugar uno de sus mejores partidos desde que su última lesión le cortara en la progresión que parecía llevarle a convertirse en uno de los mejores ‘4’ de la Liga. Hoy, saliendo desde el banquillo pero con media hora a su disposición, ha anotado 17 puntos con un carro de 8/11, además de sumar 11 rebotes y 3 asistencias.

Fundamental su papel para compensar el terrorífico (en su acepción no inglesa y positiva) de Rudy Gobert, el arma habitual en la pintura de los Jazz. Problemas con las faltas solo le permitieron jugar 13 minutos al pívot francés, cuya contribución se limitó a 1 punto y 4 rebotes defensivos.

Otros jugadores destacados fueron George Hill (17), Joe Ingles (12 puntos y el triple por bandera), Rodney Hood (11) y un tan frenético y participativo como errático Joe Johnson (1o puntos con 4/13 en tiros). El partido se rompió en el tercer cuarto, cuando los Jazz consolidaron un parcial de 23-9 (y colocar el choque  69-48, la mayor ventaja registrada en toda la eliminatoria) a la postre definitivo.

Dominio absoluto

Aunque los locales lo intentaron, no dieron el nivel. Simplemente, sus rivales estuvieron más inspirados, intensos y acertados en todo.

Mejores en rebotes, robos, asistencias y pérdidas de balón. Así como también en porcentajes de lanzamiento, especialmente el triple, donde su 46,2% hizo mella sobre el flojo 24.0% de los Clippers. Paul (1/7), Crawford, Rivers y Speights (1/4), veían el aro tremendamente pequeño.

DeAndre y la personal

Un porcentaje que duele incluso más a la vista todavía: el 57,7% que acumularon los Clippers desde la línea de personal. El principal culpable, obviamente DeAndre Jordan.

No señalándolo ni buscando la crítica fácil, ya que fue el que más faltas generó y el que más lo buscó bajo los aros, tratando de fajarse de unos rivales implacables. No hubo suerte buscando el and one, y cada visita de DeAndre a la personal se convertía en una tortura, rozando el airball en más de una ocasión.

Esta noche terminó con un 6/15: un 40%. Su promedio durante la serie es del 39%. Demasiados puntos. Demasiada ventaja preconcedida. Sobre todo cuando el más activo desde el tiro libre en el lado contrario, Hayward, anota 43 de sus 45 lanzamientos de la serie.

Sin embargo, el resto del partido del center fue casi intachable: 24 puntos y 17 rebotes (6 ofensivos). Sólo acompañado en ataque por los otros dos únicos jugadores de su equipo que superaron los dobles dígitos en anotación. Volvía la mejor versión de su 6º Hombre, Jamal Crawford, con 20 puntos. El otro, el de siempre, Chris Paul, que estuvo lejos de tener su mejor noche a pesar de que no paró de intentarlo: 13 puntos y 9 asistencias con 6/19 en tiros.

Futuro

El de Utah está claro. Con nada que perder y todo por disfrutar, se medirán a los Golden State Warriors, los máximos aspirantes al anillo, en las semifinales de Conferencia Oeste. Posiblemente el mejor ataque frente a la mejor defensa de la NBA.

En Los Clippers todo es borroso e incierto. La retirada de Pierce —22 minutos (6 puntos) le ha concedido hoy Doc—es la única cosa segura. Tan segura como inseguras las continuidades de Griffin y Paul.

Demasiados casis. Demasiadas brazadas para morir una y otra vez en la orilla. 4-2 en 2014 ante los Thunder, 4-3 en 2015 ante Houston, 4-2 en 2016 ante Portland… 4-3 ante Utah en el que podía ser el último cartucho antes de que este rifle cambie su marca de las balas.


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