El pasado domingo, Andre Iguodala se estrenó en el rol de sexto hombre que Steve Kerr planea asignarle en los Warriors. Aunque la prueba no responde a una medida definitiva, sí que es cierto que el resultado del encuentro ante los Lakers –en el que el alero dio 8 asistencias y no perdió ningún balón– fue satisfactorio.
Preguntado por su nuevo papel, saliendo desde el banquillo, en la rotación de Golden State, Iguodala contestó que le «es indiferente con quien jugar (en la cancha)».
«Creo que puedo hacer mejor a todo el mundo. Cuando juego a baloncesto es algo así como ‘déjame ser yo’ y todo el mundo se beneficiará. Me siento confiado de que cualquiera con el que juegue va a ganar», alegó el jugador de los Warriors.
También, cuestionado por si le importa salir desde el banquillo, Iguodala respondió con vacilación. «¿Me importa? No lo sé. Es una buena pregunta. Solo trato de jugar, no de hacer algo grande de esto. Intento no hacer de esto un relato, solo ganar un campeonato», dijo Iguodala al respecto de su rol en el equipo.
Ganar en creación
La medida de dar entrada a Iguodala desde el banco es una alternativa planteada por Kerr para dotar a la segunda unidad de Golden State de más creación de juego, y ha sido forzada por la baja de Shaun Livingston, quien aún no ha vuelto a entrenarse, por lesión, con el equipo de Oakland.