Iguodala estuvo a punto de marcharse a Houston Rockets

Más de dos meses después de la revolución mercantil de primeros de junio, casi parece que se ha olvidado el enorme mérito de Golden State Warriors en la mesa de negociaciones. Con un crucigrama de cifras y salarios casi indescifrable, la entidad de Oakland consiguió retener al grueso de estrellas que ganaron el campeonato el pasado curso y que tenían oportunidad de cambiar de equipo durante el verano 2017. Empezando por Kevin Durant o Stephen Curry pero también siguiendo por los no superestrellas pero sí importantes Andre Iguodala, David West, Shaun Livingston, Zaza Pachulia o hasta JaVale McGee. Todos se comprometieron con la causa por menos dinero del que hubieran obtenido fuera —menos Curry, que ya había perdonado en el pasado— y así el rodillo mantuvo sus piezas. Aunque alguno, como Iguodala, llegase a pensar que iban a salir de manera irremediable del equipo.

Tal como ha podido comunicar el periodista Chris Haynes para ESPN, el alero y factor sorpresa de Warriors desde el banquillo llegó a verse fuera del equipo. Tanto fue así que Iguodala, según fuentes cercanas al jugador, se tomó su reunión final con Golden State como un anuncio de que se iba a Houston Rockets; pero los acontecimientos volcaron y el jugador aceptó la última oferta del campeón.

La secuencia de giros de guión se remonta a unas horas después del comienzo del mercado. Iguodala se sentía decepcionado por la propuesta inicial de su equipo: 36 millones en tres años, con el último solo parcialmente garantizado. Las pretensiones del jugador estaban más arriba, en torno a 50 millones en tres años totalmente garantizados. Bastante había perdonado ya con su primer contrato en la Bahía y aceptando ser suplente en el esquema de Steve Kerr, parece que decía el entorno de Iggy.

Rotura con Golden State

De acuerdo. Hubo incremento por parte de Warriors: 42 millones por tres años, de nuevo el último sin asegurar todo el salario. Y ahí empezó el verdadero culebrón. Iguodala rompió las conversaciones con Golden State por considerar la oferta insuficiente, y se dispuso a atender con más interés que nunca las llamadas de otros equipos.

San Antonio, Lakers y Kings se reunieron con el jugador durante el intenso día inaugural de mercado. Las propuestas de Texas y Sacramento iban en serio. Los Spurs le ofrecían cuatro años de contrato con un salario que empezaba en los 8,4 millones de la excepción de nivel medio. Menos dinero, pero cuatro cursos totalmente garantizados. Los Kings, por su parte, se comprometían a ofrecerle el máximo que dictase el mercado si Iguodala aceptaba en el acto. Subían las apuestas y el camino se oscurecía más para Golden State.

Llegó Houston

Después llegaron los Rockets, quienes según el entorno de Iguodala se presentaron con el «mejor reclutamiento posible». La propuesta de Houston empezaba en 32 millones por cuatro años acogiéndose a la excepción de nivel medio del equipo. Aunque Daryl Morey —de astucia incansable— también había proyectado alguna posibilidad de sign and trade para brindar más dinero al jugador.

Después de más de dos horas de reunión con Rockets, la sensación parecía decir que Iguodala terminaría jugando al lado de Chris Paul y James Harden. Con ese pensamiento volvió a reunirse el jugador con los Rockets, hasta sabiendo ya que iba a comprometerse con otro aspirante al anillo y solo queriendo transmitirlo a su equipo de las últimas temporadas. Bob Myers —GM— y Steve Kerr atendieron la reunión en la que Iguodala parecía no querer bajarse de la pretensión inicial de más de 15 millones de dólares anuales. De nuevo sin acuerdo pero sí con un acercamiento.

Acuerdo final

Las posturas se arrimaron y después de aquel último encuentro, los representantes de Iguodala y Myers acordaron volver a sellar sus caminos por 42 millones y —ya sí— tres años plenamente garantizados. La historia se resolvió en solo dos días de mercado e Iguodala sigue siendo uno de los nombres más importantes del campeón de la NBA. Sin embargo, el 1 de julio de 2017 el jugador creyó estar seguro de que ficharía por los Rockets.


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