El estreno más esperado de todos por fin tuvo lugar en la noche de ayer. El número 1 del último draft, Andrew Wiggins, se enfundaba por primera vez en la preseason la camiseta de los Minnesota Timberwolves, y lo hizo estando a la altura de lo que se espera de él.
A pesar de la derrota ante los Indiana Pacers, que ya demuestran que saben ganar sin Paul George, por 90-103, el ex de la Universidad de Kansas cumplió con las expectativas en el plano individual. 18 puntos (4 de 11 en tiros de campo y 8 de 10 desde la personal), 4 rebotes, 3 asistencias y 3 tapones fueron los números de su debut.
Por parte de los Pacers destacar el papel del base, George Hill, que se fue hasta los 17 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias.
Un Ricky Rubio deslucido
Destinado a tomar el timón y ser uno de los líderes del equipo, Ricky no tuvo la mejor de sus noches. Solo 18 minutos en pista para anotar 2 puntos, dar 4 asistencias, y capturar 2 rebotes, además de sufrir 3 pérdidas de balón.
Thaddeus Young, Corey Brewer y Gorgui Dieng alcanzaron también los dos dígitos en anotación, y el pívot senegalés su primer doble-doble de la pretemporada.
La actuación de Wiggins fue lo mejor de unos Timberwolves con muchas dudas en su primer partido.
Un gran tercer cuarto de los locales con un parcial de 36-20 rompió un encuentro que estaba igualado pero que controló en todo momento la franquicia comandada por Frank Voguel. Los Pacers dejaron muy buenas sensaciones, sobre todo su segunda unidad. Hombres como Whittington, Rudez o Allen salieron desde el banquillo para completar muy buenos minutos. Su intensidad defensiva y su acierto ofensivo fueron claves para desarmar a unos Timberwolves de los que se espera mucho más conforme vayan cogiendo rodaje.