Mientras los Warriors ven cada vez más cerca acabar entre los seis primeros de la Conferencia Oeste y evitar así el play-in –anoche dieron un nuevo paso en esa dirección al derrotar a los Thunder–, parece que las buenas noticias se acumulan al escuchar por voz del propio Andrew Wiggins que se ve jugando muy pronto.
«No creo que pase mucho tiempo antes de que vuelva a estar sobre la cancha», declara a los medios tras reincorporarse a la disciplina de Golden State, la cual dejó hace 51 días por un asunto familiar del que opta por no hablar. «Prefiero mantenerlo en privado. Es algo para mí, mi familia y las personas cercanas a mi familia», sentencia.
Pese a sus ganas por volver a jugar, en los Warriors prefieren ser precavidos. Antes de tomar decisión alguna sobre su fecha de regreso será reevaluado por el vicepresidente de salud y rendimiento de jugadores de los Warriors, Rick Celebrini. El entrenador de los Warriors, Steve Kerr, dijo que pasarán unos días más hasta que el equipo tenga una línea de tiempo clara sobre el estado de Wiggins.
«Tendremos una mejor idea en los próximos días. Es imposible que juegue en los próximos días, te lo aseguro. Pero creo que una vez que tengamos una evaluación más concreta, tendremos una mejor idea de cuándo podría jugar», analiza.
Una vuelta que estaba en el aire
Así es. Hoy es un hecho que Wiggins volverá a jugar esta campaña con la organización californiana, pero por momentos no estuvo tan claro. Solo una mejoría en el contexto familiar del jugador lo ha hecho posible.
«Cuando estás en una situación determinada y tu familia te necesita y requiere tu atención y amor, esa es mi prioridad. Está por delante de mi carrera y de todo. La familia siempre es lo primero para mí. Cuando sentí que estaba en un lugar seguro para regresar, lo arreglamos para volver. No está solucionado del todo, pero sí en un lugar que me permite regresar», concluye el alero.
(Fotografía de Ian Maule/Getty Images)