El guard de los Portland Trail Blazers, Anfernee Simons, se está adaptando actualmente a su nuevo rol como primera opción ofensiva de su equipo. La lesión de Damian Lillard, unida a los traspasos de C.J. McCollum y Norman Powell, ha establecido al joven jugador en primera línea de fuego.
Lejos de amilanarse, Simons ha abrazado —con actitud y resultados positivos— este papel. Desde que se estableció como titular a principios de año ha promediado 23,4 puntos y 5,8 asistencias en un total de 27 partidos.
Esta frenético desarrollo ha modificado también la hoja de ruta de las defensas rivales, quienes ya no ven a Simons como un hombre de rol sino como la principal pieza a neutralizar. Una exigencia que el propio jugador ha valorado como positiva para su evolución.
«Obviamente voy a estar en la parte superior del informe de scouting, sobre todo ahora que Jusuf está fuera», afirmó Simons para el portal NBA.com. «Estoy aprendiendo a navegar a través de todo esto. Va a ser aún más difícil para mí pero es el momento perfecto para ponerme a prueba.»
Una variación defensiva que ha situado a Simons ante nuevos retos competitivos. Por ejemplo, el que le propuso Steve Kerr durante el partido que enfrentó a Blazers y Warriors el pasado 24 de febrero. «Los Warriors me hicieron un box-and-one. Es la primera vez que me defienden así desde el instituto. Sin embargo, lo agradezco pues fue algo interesante para enfrentar.»
Simons, de 22 años, está completando su cuarta temporada como profesional en Oregon. Una campaña en la que ha explotado después de una trayectoria lenta: promedia 17,3 puntos y 3,9 asistencias por partido, con un acierto en triples del 40,5%.
(Fotografía de portada de Alika Jenner/Getty Images)