Anteto, sin excusas: «Boston juega al límite de la flagrante»

A los Boston Celtics los hemos vuelto a redescubrir en playoffs. Los verdaderos Celtics de Brad Stevens. Esos que combinan talento y barro; clase y lucha; arte y sacrificio. Para anotar: lo primero. Para parar a Giannis Antetokounmpo: lo de después. El mix de ambos, imprescindible para alzarse vencedores en la serie ante los Bucks.

A la bestia helena le ha tocado afrontar este año el salto de estrella a superestrella. Eso significa que las pizarras rivales han pasado de darle una atención prioritaria a girar casi exclusivamente en torno a él. Una deferencia que apenas reciben un puñado de jugadores en todo el planeta (él, Harden, LeBron, Davis…).

Y en este diseño ad hoc, de carácter tanto preventivo como punitivo, Stevens sabe que no basta con cantidad (dobles marcas, ayudas, anticipaciones…) sino que es imprescindible añadir la calidad (es decir, la intensidad).

Jueguen, señores, jueguen

Y Anteto esto ya lo sabe… y también lo asume. «Puedes jugar hasta los límites que marcan las faltas», decía el forward ayer para Vincent Goodwill, de Yahoo!Sports. «Definitivamente juegan al límite de la flagrante. Y ahora solo nos queda (puto) jugar. No hay tiempo para quejarse a los árbitros. Has de jugar».

Una muestra más de fidelidad a sí mismo. A lo que ha sido desde que, con la mitad de espaldas y un tercio de hombros, llegó a la NBA. Las quejas, el flopping, las excusas, son términos desconocidos para un jugador que cuenta con su físico para arrasar, y que tampoco lo esgrime como pretexto cuando son sus rivales lo que llevan a la frontera de lo permitido para tratar de contenerle.

Los Celtics al completo pero Al Horford como intento singular de kriptonita, no conceden medio milímetro de espacio ni piedad ante las internadas del griego, y entre falta y falta a veces logran colocar un robo o tapón espectacular. Pero la métrica dice que Anteto, lejos de contemporizar, debe mantenerse agresivo.

Dentro… un seguro

Milwaukee ha promediado 23,2 tiros desde la personal a lo largo de la RS; cifra casi calcada a la del Game 1 ante Boston (derrota) y harto superada en el Game 2 (triunfo) con 31 lanzamientos… de los cuáles 18 corrieron a cargo de su pieza estelar.

De acuerdo con Basketball-Reference, comprobamos que una vez recibe el balón en la botella, el ’34’ se vuelve casi imparable: 76,9% de acierto en lanzamientos a menos de esa distancia, los cuales suponen, a su vez, el 57,3% de todos su tiros de campo. La no-canasta, por su parte, casi siempre viene acompañada de falta de tiro, franja desde la cual Giannis se defiende, aunque sin alardes, con un 72,9%.

Tiran bien, pero su rival mejor

Mike Budenholzer ha confeccionado a los Bucks de 2018/19 como un eficiente conjunto de tiradores (segundo conjunto que más triples lanzaba en RS, segundos también en playoffs con un 37,6% de acierto), superados sin embargo por unos Celtics que lanzan de tres mejor que nadie en postemporada (39,5%).

Las coordenadas son claras. Giannis, el vertical, el Mr. Hyde, el candidato a MVP, contra viento, verde y marea, es imprescindible.

(Fotografía de portada de Dylan Buell/Getty Images)


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