Cuando el pasado viernes Anthony Edwards cayó al suelo llevándose las manos al tobillo y gritando de dolor, el mundo se detuvo durante unos segundos para los Timberwolves. No obstante, parece que el susto ha sido más grande que las consecuencias reales. Según informa Shams Charania, periodista de The Athletic, el escolta ya no necesita una bota para caminar y la hinchazón en la articulación se ha reducido considerablemente, de modo que Minnesota irá analizando la situación partido a partido para ver cuándo está preparado para regresar a las pistas.
Anthony tuvo que perderse el choque que los suyos disputaron el sábado en Toronto en la que fue su primera ausencia de la temporada, pero es posible que esta baja no se prolongue mucho más. Por ahora, la franquicia le ha incluido en la lista de dudas para el duelo de esta noche ante los Knicks, y aunque se antoja probable que tampoco esté presente para no forzar, el hecho de que no esté descartado por defecto parece un buen indicio.
En cualquier caso, esto confirma las buenas sensaciones que trató de transmitir Edwards con sus palabras una vez pudo hablar con la prensa tras el partido en Chicago. En ellas comentó que se encontraba bien y trató de calmar las aguas tras el susto que supusieron sus imágenes en directo, y es sin duda tranquilizador que las primeras informaciones al respecto apuntan también en esta dirección.
Los Timberwolves son ahora mismo novenos de la Conferencia Oeste con un balance de 35-37, y aunque hasta hace nada miraban con ilusión a la sexta plaza, la igualdad es tal que actualmente se encuentran en un triple empate con Lakes y Jazz, décimos y undécimos respectivamente. Los de Finch no pueden por tanto relajarse demasiado si no quieren correr el riesgo de quedarse fuera de la postemporada, y en ese sentido que Edwards pueda estar de vuelta cuanto antes se antoja fundamental.
(Fotografía de portada: Harry How/Getty Images)