Minnesota no pudo hacer valer el factor cancha en el cuarto partido ante Denver. Los Timberwolves no jugaron mal y Anthony Edwards logró hasta 44 puntos; sin embargo, este no contó con la colaboración de otras noches, sobre todo de un Karl-Anthony Towns que estuvo muy errático.
Tras recibir numerosos elogios por su lectura de juego y rendimiento durante los playoffs, el pívot de los Wolves vivió anoche la cruz de la moneda al quedarse en tan solo 13 puntos con un 5 de 18 en tiros de campo. Su desacierto no ayudó en nada a los de Minneapolis, quienes ahora necesitan ganar al menos un partido más en Colorado para alcanzar las finales del Oeste. Pese a tal contexto, Edwards no puede sino elogiar el tesón de su compañero sobre el parqué.
«Es una superestrella. Le pagan por hacer que el balón llegue al aro. Siempre le digo: ‘Nunca dejes de lanzar porque hayas fallado cinco o seis tiros. Me importa un comino. Para ganar, necesitamos que anotes.’ Estoy feliz de que haya sido agresivo toda la noche. Supongo que es algo así como una victoria para nosotros», expresa el guard.
Pese a las palabras de apoyo de su compañero, Towns no puede evitar sentirse culpable de una derrota que les complica mucho pasar de ronda, ya que de los tres partidos restantes hasta dos serán en Denver.
«Las cosas no han funcionado hoy. Asumo la responsabilidad por ello. Sé que trabajé, así que me siento bien por ese lado. Obviamente es algo que he demostrado en estos playoffs. Es desafortunado que en el Día de la Madre tenga una actuación como esta en el tiro… Pero así es como va este juego… A veces no es divertido», sentencia.
(Fotografía de Christian Petersen/Getty Images)