La NBA se despidió de Paul Pierce tras caer en el séptimo partido de primera ronda ante Utah Jazz, una noche que se recordará siempre como la de su último baile pero que no pasará de anécdota frente a una enorme carrera. Justo hablando sobre ello, el eterno ’34’ no puede esconder todo lo que ha representado Boston Celtics, equipo que le eligió como el número 10 del Draft en 1998 y en el que estuvo hasta 2013.
«En 15 años en Boston dejé muchos recuerdos en la cancha. Creo que mucha gente recordará a Paul Pierce como la personificación de lo que era el orgullo celtic. Llevaba la camiseta siempre con orgullo y respeto por la organización. No solo les di todo en la cancha, creo que también recordarán lo que hice a través de mi fundación. Fui capaz de inspirar a muchos niños de la comunidad que no tenían las mismas oportunidades que otros», expresa a The Undefeated antes de recalcar el ambiente que se vive formando parte de la franquicia de Massachusetts.
«Cuando entras el primer día en el TD Garden y ves todos esos títulos y camisetas retiradas, es un recordatorio constante sobre el motivo por el que juegas. Y al final ganar fue tanto una gratificación como quitarte un peso de los hombros. Yo era un jugador de franquicia que jugó por la franquicia durante muchos años».
Pierce es pasión por el baloncesto. Lo vimos aquel día en las Finales de 2008. Se disputaba el primer partido de la serie que le conduciría al anillo y se veía obligado a dejar la cancha en silla de ruedas. El desenlace es bien conocido: volvió a la cancha y Boston ganó. Ahora, no duda a la hora de dejar claro qué será lo que más echará de menos de estar en activo. «Los aplausos. Los abucheos. La camaradería entre jugadores. Eso es lo que más voy a extrañar»
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No veremos más destellos de su talento en pista, pero Pierce tiene claro que no va a abandonarnos. Haga lo que haga a partir de ahora, siempre será con la canasta como telón de fondo. «Sabes que va a terminar algún día. Simplemente sentí que era el momento adecuado. Teniendo tanto mi cuerpo como mi mente aún intactos. Mis hijos y mi familia son parte del juego. Tal vez me veas en una oficina, en televisión… Todavía amo este deporte, ya sea hablando de ello o estando cerca».