Este viernes 3 de noviembre empieza la 17ª edición de la G League, la liga de desarrollo vinculada a la NBA. Y lo hace con la mayor revolución de su historia, empezando por el nombre, que tras el patrocinio más fuerte de Gatorade, pasa a llamarse G League y entierra para siempre la denominación antigua de D-League, vigente hasta la conclusión de la 2016-17.
¿Qué cambios importantes trae la nueva temporada?
Muchos y variados, desde el funcionamiento de la propia competición, su relación con la NBA o novedades en el arbitraje.
- Récord de franquicias, con 26, tras la llegada de cuatro nuevos equipos: Agua Caliente Clippers (LA Clippers), Erie BayHawks (Atlanta Hawks), Memphis Hustle (Memphis Grizzlies) y Wisconsin Herd (Milwaukee Bucks).
- Introducción de una nueva forma de relación laboral, los two way contracts que permiten a dos jugadores por franquicia NBA alternar su estancia en la liga (máximo de 45 días por curso) con presencia en la G League
- Cambio en los playoffs: se pasa de 8 equipos a 12 con tres primeras rondas de eliminación directa y las Finales al mejor de tres partidos, con formato 1-1-1.
- Fin a los cuatro partidos en cinco días y reducción de los back to back.
- Reducción de las prórrogas de tres a dos minutos.
- Cuatro árbitros por partido.
La liga regular será de 50 partidos y cada franquicia jugará 24 en casa y otros 24 a domicilio. Los dos restantes los disputará en el G League Showcase, a celebrarse en enero y que de nuevo tendrá como sede Mississauga, el hogar de los actuales campeones, los Raptors 905.
Al final de la 2016-17, un 44 por ciento de los jugadores de la NBA presentes en ese curso habían tenido experiencia en la G League. Kendrick Perkins o Emeka Okafor son algunos de los ilustres que buscarán en la G League el camino para volver a la NBA. En la 2016-17 ya lo intentaron, con éxito dispar, Von Wafer, Gary Neal o Ben Gordon, entre otros.