Los Denver Nuggets están logrando disimular muy bien que no pueden contar con dos de sus estrellas. La baja de Jamal Murray ya se daba por hecho, pero las molestias en la espalda de Michael Porter Jr. han obligado al equipo a reinventarse y a Jokic asumir un peso aun mayor si es que es posible. Los Nuggets ya dijeron que serían cautelosos con la evolución del alero, y las sombras que arroja su espalda enfatizan esta actitud. Ahora mismo, el cuerpo médico no es capaz de detectar las causas de su dolor, pero el jugador sigue sin poder entrenarse.
Durante su último examen, las pruebas no han encontrado nada alarmante a pesar de que el jugador continúe aquejándose notoriamente de la zona. La franquicia ha decidido hacer un seguimiento de su situación día a día, pero en estos momentos solo existe el dolor del jugador como guía de actuación. Ante las cuestiones sobre el estado de Porter Jr., Mike Malone no podía hacer otra cosa que resignarse. «Estamos tratando de ver qué pasa. Diría que Michael va a estar fuera en el corto plazo. Intentaremos sentarnos con él un día y decidir qué es lo mejor para que vuelva a estar sano» decía el entrenador durante su última rueda de prensa.
Las palabras no auguran una mejora temprana para Porter Jr., y la incertidumbre puede acabar alargando los plazos para su regreso. Por lo que dice su entrenador, la operación podría ser una solución, pero resulta imposible tomar una decisión así a falta de resultados concluyentes sobre el dolor de espalda del jugador. De momento el jugador ya se ha perdido cuatro partidos, y no parece que la cuenta vaya a parar pronto.
(Fotografía de portada de Matthew Stockman/Getty Images)