Espacio salarial para fichar a acoger a Gordon Hayward. Eso era lo que necesitaban los Celtics el pasado verano. Y algo de hueco hicieron con el traspaso de Avery Bradley, a quien enviaron a Detroit a cambio de Marcus Morris. La operación dejaba libres casi 4 millones de dólares a Boston de cara a la 2017-18.
Bradley llegaba a los Pistons, en lo que iba a ser su segunda parada profesional en una carrera que sólo había pasado por los Celtics, donde debutó el 22 de noviembre de 2010. Con 413 encuentros de liga regular en Boston, el exterior abría un nuevo camino en Detroit. Un traspaso que no le pilló por sorpresa, como ha comentado el de Washington en su campus juvenil de Vancouver.
“Para mí no fue una sorpresa. Llevo ocho años en la NBA y son negocios. Cualquier cosa es posible, cualquier cosa puede pasar en cualquier momento. No me quedé impactado por lo que pasó. Sabía que era posible. Es algo sobre lo que hablamos. Obviamente no puedes leer el futuro y saber a qué, pero sabía que iría a algún sitio”, aseguró el de Tacoma a Bleacher Report.
Agente libre en 2018
Bradley acaba contrato el próximo mes de julio. Su nómina para este curso es de 8,8 millones de dólares, parte final del acuerdo firmado en Boston en 2014, a razón de 32 millones por cuatro años. Bradley tiene ante sí la ocasión de potenciar su cartel para el futuro. Stan Van Gundy ha asegurado que están dispuestos a pagar por él si realiza una buena temporada.
“Siento que cualquier cosa es posible. Tenemos mucho talento. Si somos capaces de ponerlo todo junto y todo el mundo entra en lo que Stan dice y pretende, podemos tener un año muy especial. Particularmente con un entrenador como Stan Van Gundy”, señaló Bradley sobre su papel en los Pistons.
“Quiero ayudar a traer más liderazgo al equipo y traer la mentalidad del trabajo duro. Soy capaz de lograrlo y siento que cualquier cosa será posible para nosotros este año”.