La NBA ha perdido a uno de sus integrantes. B.J. Johnson, ojeador de los Houston Rockets, ha fallecido a los 65 años de edad tras sufrir un accidente mientras paseaba en bicicleta, según ha informado Jonathan Feigen, periodista del Houston Chronicle. El trabajador de la franquicia texana realizaba su paseo diario de media hora cuando tuvo lugar el incidente, que ha dejado conmocionada a gran parte de la liga.
«Los Rockets lloramos la inefable pérdida del que ha sido nuestro ojeador durante muchos años, B.J. Johnson» comunicó la franquicia. «Era una persona querida y respetada no solo en nuestra organización, sino por todo el mundo del baloncesto. En sus 26 años con nosotros, su impacto en el éxito del equipo ha sido inmensurable, y echaremos de menos alegre predisposición, su sonrisa contagiosa y su actitud ejemplar».
Como expresa el comunicado, la figura de Johnson era muy valorada por muchos jugadores y ejecutivos, incluso de otras franquicias, que le consideraban una de las figuras más integradoras de la NBA. Por ejemplo, Jamal Crawford quiso compartir en redes la historia de cómo el de los Rockets le ayudó a confiar más en sí mismo cuando era un rookie que ni siquiera formaba parte de la franquicia texana. Además, muchas de las personas que trabajan en la liga o alrededor de la misma han querido destacar su imborrable sonrisa y su buena actitud a lo largo de sus muchos años tratando con él.
Con todo, el mensaje más emotivo llegó de la mano de Gersson Rosas, actual general manager de los Timberwolves que pasó muchos años en las oficinas de Houston: «Nuestros corazones se han roto al oír la noticia del fallecimiento de B.J., a quien tanto yo como toda la NBA veíamos como un hermano mayor. Con él, nadie se sentía un extraño, ya que hacía que todo el mundo se sintiese bienvenido gracias a su innata capacidad para integrar a los demás y hacer que todos se sientan queridos. Ha sido y siempre será una parte importante de la NBA».
«B.J. era una mente brillante para el baloncesto gracias a su pasión, a la forma en que amaba este deporte y a cómo trataba a todo el mundo» continuó. «Aportó un componente humano a base de dar siempre más de lo que recibía. Ha sido una inspiración para mí y para muchos otros miembros de los Timberwolves, y su presencia nunca será olvidada y siempre se echará en falta».