Brett Brown dijo en el pasado mes de diciembre que Ben Simmons jugaría de base. El 22 de junio Philadelphia seleccionó con el número 1 del Draft a Markelle Fultz, un base. ¿Cambia eso el plan? Parece que no.
«Una vez que empiezas a jugar es algo que simplemente sientes ahí fuera. Creo que puedes moverme a cualquier parte de la cancha, pero soy un base titular», señala tajantemente Ben Simmons en declaraciones a CSN Philly.
Cuestionado por el hecho de que Fultz también necesité el balón en sus manos para desarrollar su juego, Simmons explica, tras admitir lo mucho que le ha impresionado su nuevo compañero, que eso no supondrá ningún obstáculo. «Creo que será fácil. No tengo ningún problema en compartir la pelota, él tampoco lo tiene. Le he visto jugar y sé que podemos compartirla sin problema».
Más allá de la responsabilidad en juego estático, Simmons explica que serán un equipo cuyo ritmo de juego estará por encima de los roles. «Creo que el entrenador quiere empezar conmigo de base, pero una vez que entremos en ritmo, quien recoja el rebote se pondrá en marcha. Creo que vamos a ser un equipo de ritmo alto».
¿Habilidad probada?
Simmons disputó su único año en LSU como alero; sin embargo, durante su corta aparición de seis partidos en la Summer League de 2016, se marchó hasta un promedio de 5,5 asistencias. Claro está que esos partidos están lejos del nivel de exigencia de la NBA, pero en los Sixers parece haber dejado clara la capacidad de Simmons para iniciar el juego del equipo.
No en defensa
Una vez elegido Fultz, el entrenador de Philadelphia, Brett Brown, fue cuestionado por el plan que tenía para el equipo, algo que resolvió recalcando que Simmons seguiría actuando de base… pero con una condición, ya que esa responsabilidad recaería solo en ataque. No es algo sorprendente, ya que se trata de un jugador que mide 2’08 metros.