El ala-pívot de Detroit fue operado de una lesión de menisco en su rodilla izquierda en el mes de enero
Buena noticia para los Detroit Pistons. Blake Griffin ya se encuentra completamente restablecido de la lesión de menisco que le impidió rendir a su nivel habitual durante el comienzo de la temporada 2019-20. Según palabras del propio ala-pívot, se siente «genial» y está «preparado para jugar» en cuanto se reanude la competición –actualmente suspendida por la crisis sanitaria del coronavirus–.
A falta de comprobar hasta qué punto puede rendir en caso de que se retome la NBA y haya partidos de temporada regular –los Pistons son 13º del Este–, la recuperación de Griffin y su alta médica supone un importante paso al frente para el futuro del equipo, ya sea contando con él o buscando un traspaso.
Cabe recordar que el seis veces All-Star, quien no juega desde el pasado 28 de diciembre ante San Antonio Spurs, hubo de pasar por el quirófano a principios de enero para someterse a una artroscopia. La decisión de ser intervenido se tomó tras ver como los tratamientos conservadores no daban resultado en el primer tercio del curso; tanto es así que sus estadísticas se quedaron en 15,5 puntos y 4,7 rebotes tras poder disputar únicamente 18 encuentros.
Más allá de los problemas físicos, Griffin tiene totalmente asegurado su futuro a medio plazo en la Liga, ya que se encuentra en la tercera temporada de un acuerdo de cinco años y 171 millones de dólares que firmó con Los Angeles Clippers en 2017.
(Fotografía de Hector Vivas/Getty Images)