No corren buenos tiempos en Boston ahora mismo. La derrota ante los Knicks por 109-117 es la tercera que sufren de manera consecutiva, y ha servido para desatar todas las alarmas sobre el estado actual del equipo. En una plantilla que está destinada a ser contendiente, esta racha negativa es demasiado peligrosa e inasumible.
Tras el encuentro todos los medios buscaron a Brad Stevens. Se necesitaba saber qué es lo que pasaba por la cabeza del técnico en unos momentos tan duros, y Stevens soltó unas declaraciones que, como mínimo, sirven para hacer examen de conciencia dentro de los Celtics.
“Simplemente no sé si somos tan buenos. Tal vez esto no se pueda considerar una llamada de atención cuando te siguen golpeando [cuando sigues perdiendo]”, dijo el entrenador, en declaraciones hechas para Adam Himmelsbach, de The Boston Globe.
“Habría sido una pena que los Celtics ganaran este partido. Los Knicks merecían ganar. Lo intentamos, pero eso fue todo”, agregó. Stevens no ve que su equipo esté jugando “con la misma personalidad” que la temporada pasada, y eso está desencadenando muchos de los problemas en los que están inmersos ahora.
El vestuario, consciente del desastre
Kyrie Irving también quiso dar la cara para explicar el sentir del vestuario. El base de los Celtics dijo que el equipo está concienciado de la situación y desean cambiar las cosas de inmediato.
“Ya no podemos aguantar más así. Por mi parte, y por parte del resto del equipo, hasta por parte del cuerpo técnico. Simplemente no podemos gastar más tiempo esperando a ver si los jugadores damos ese esfuerzo extra que necesitamos, incluyéndome a mí”, esgrimió el jugador, en declaraciones recogidas por The Score.