«Hacer lo mejor para los Celtics». Ese es el mantra que ha empujado a Boston a realizar un movimiento tan inesperado como rotundo. En cuestión de minutos hemos conocido que Danny Ainge se retiraba, Brad Stevens era nombrado nuevo Presidente de Operaciones de Baloncesto y que desde ya se busca nuevo entrenador. Sí, en los Celtics han optado por agitar el árbol sin miedo.
Ya sea empujados por los malos resultados de este año, o por lo que el propio Stevens califica como desgaste en el banquillo, lo cierto es que ahora todo parece estar en duda en la franquicia de Massachusetts. Bueno, casi todo, ya que ver salir a Jayson Tatum se antoja imposible. Sea como fuere, el ahora nuevo jefe de la oficina de los verdes ha hablado con los medios para explicar sus sensaciones de un cambio de tal calado.
Stevens empieza explicando que asume este nuevo desafío pensando en lo mejor para los Celtics, a la vez que tiene claro que su conocimiento de la actual plantilla es algo muy positivo. «Creo que tengo una buena idea de nuestro equipo ahora que Danny se aleja. Siento que tengo una buena idea de lo que hacemos bien y de lo que no hacemos tan bien, ya que he estado pendiente de esto durante ocho años. He estado en ese vestuario con algunos de esos chicos durante mucho tiempo».
Una de la tareas que debe realizar cuanto antes Stevens es la de contratar un nuevo head coach. Sobre ello, admite que puede tener un perfil parecido al suyo, pero de igual modo asume que vendrá con ideas renovadas que pueden hacer mucho bien al actual grupo de jugadores.
«Podrán jugar para un gran entrenador, con algunas similitudes tal vez, pero también con algunas perspectivas nuevas e increíbles. Eso es algo bueno, así que estoy deseando encontrar a esa persona. Porque creo que la gente puede revitalizarse con ello. Creo que cuando miré el panorama general y hablé con Wyc Grousbeck (propietario) nos dimos cuenta de que tenía sentido. Esta es una gran oportunidad para darnos un nuevo empuje en el momento en el que perdemos uno de los mejor en su trabajo en el mundo. Es algo que sabemos que todos tenemos que hacer, dar un paso adelante y enfrentar el próximo desafío».
Sin duda el reto es mayúsculo. Los Celtics han sido un equipo de éxito con Stevens en el banco, tanto como para haber disputado las finales de la Conferencia Este en hasta tres ocasiones. Nunca llegaron a las Finales, pero se mantuvieron en la élite. Ahora, tras caer en primera ronda 4-1 ante Brooklyn Nets, necesitan reactivar un equipo que parece haber perdido el rumbo. Piezas sobre las que construir tienen con Jayson Tatum y Jaylen Brown, pero de igual modo hay muchas decisiones por tomar. Evan Fournier será agente libre este verano, Marcus Smart acaba contrato en 2022 y Kemba Walker (quien más gana en el equipo) lleva dos años sin tener a su mejor nivel por problemas físicos. Esos son algunos de los nombres que aparecen subrayados en la actual plantilla de Boston.
Por suerte para Stevens cualquier determinación llegará refrendada por la confianza del propietario. Grousbeck asegura que lo hecho por el ex técnico de Boston en estos ocho años avala el que ahora tome las decisiones en la oficina.
«Es una persona tan perspicaz… Se manifiesta en su entrenamiento, pero también en su análisis del juego día tras día. Él formó esas plantillas en Butler y estuvo cerca de ser campeón. Estuvo siempre junto a Danny en estos ocho años en los que ha tenido una serie de éxitos notables. Nunca llegó hasta el final, pero si estuvo en múltiples finales de conferencia con varios buenos equipos, y seleccionó a algunos jóvenes que han llegado a ser All-Star. Las huellas dactilares y el ADN de Brad ya están en este equipo en este momento en términos ayudar a Danny a formarlo. Danny lo estaba dirigiendo. Tanto yo como el resto de la propiedad creemos que este es un papel para el que Brad se ha ido preparando durante toda su vida siendo jugador, después entrenador, y ahora tomando el mando de una oficina principal», concluye.
(Fotografía de Maddie Malhotra/Getty Images)