Tras disputar los pasados playoffs con problemas en su mano derecha, Brandon Ingram ha decidido someterse a una operación para encontrarse mejor de cara a futuro. El alero de los Pelicans fue intervenido el pasado martes en el dedo meñique de su mano derecha, en el que había sufrido una contractura, y tendrá que afrontar ahora una recuperación de entre 6 y 8 semanas.
Si bien la franquicia no ha especificado cuándo o cómo sufrió el jugador la lesión, es de imaginar que se trata de la misma dolencia que le afectó en la eliminatoria de primera ronda ante los Phoenix Suns. En concreto, Ingram recibió un golpe en el Game 5 que le hizo retorcerse de dolor durante un momento, e incluso se llegó a poner en duda su participación en el sexto encuentro de la serie, aunque finalmente Brandon pudo disputarlo y luchar con sus compañeros por evitar sin éxito la eliminación.
Dado el corto periodo de recuperación, esta cirugía no supondrá ningún problema para el jugador de cara a la próxima temporada, en la que, tras promediar 27 puntos y 6,2 asistencias en los pasados playoffs, tratará de volver a liderar a los suyos a la postemporada. Su gran segunda mitad de campeonato y la forma en que plantaron cara a los (por entonces) vigente campeones del Oeste generó una importante ilusión de cara al futuro de Nueva Orleans, futuro que pasa en gran parte por la capacidad de Ingram de seguir creciendo como estrella de la liga.
(Fotografía de portada: Chris Graythen/Getty Images)