La esperada serie entre Brooklyn y Milwaukee empezó como nadie quería, con lesión. No se había disputado ni un minuto de partido cuando James Harden abandonaba la cancha con un problema en los isquiotibiales. No volvió. Los Nets necesitaban reiniciar su plan de juego, y lo hicieron. Con Kevin Durant y Kyrie Irving al frente de las operaciones, se recompusieron y lograron el primer triunfo de la eliminatoria por 115-107.
«Cuando te preparas para un partido y él es una parte tan importante del plan de juego, su salida es algo que puede confundirte. Pero estoy orgulloso de los muchachos, que en ningún momento se pusieron nerviosos, aguantaron y obtuvieron la victoria», comenta Nash sobre el contratiempo de perder a La Barba.
Los Bucks empezaron mejor, ya fuese por la lesión de Harden o por la buena dinámica que arrastraban tras barrer a Miami en primera ronda, lo cierto es que en cinco minutos dominaban 11-20. Sin embargo, ese empuje fue rápidamente reducido por los neoyorquinos, que al final del primer cuarto perdían solo por dos puntos y al descanso ya estaban arriba (63-61). Lo vivido en el primer tiempo vaticinaba un partido igualado hasta el final, pero Kevin Durant tenía otro plan. El alero, quien se fue a los 29 puntos y 10 rebotes, cometió su cuarta falta a 1:36 del final del tercer cuarto. Steve Nash pensó sacarlo –era lógico–, pero KD le dijo que le dejase en cancha y logró siete puntos consecutivos para poner el 98-84 a doce minutos del final.
No hubo reacción final por parte de los de Wisconsin. En el último periodo los locales supieron manejar su renta, e incluso llevarla hasta los 19 puntos, para vivir un plácido final de partido. Giannis Antetokounmpo, quien cerró su actuación con 34 puntos y 11 rebotes, cree que deben ser más fuertes bajo aro propio. «Tenemos que marcar juntos el nivel defensivo, especialmente contra este equipo».
Cuestión de acompañamiento
Durant y Antetokounmpo estuvieron a gran nivel, pero quienes rodearon a ambos no brillaron por igual. KD contó con la fantástica colaboración de Kyrie Irving. El base dio muestras constantes de su clase para terminar con 25 puntos y 8 asistencias. Y no fue el único que ayudó, ya que Blake Griffin logró un fantástico doble-doble de 18 puntos y 14 rebotes, y Joe Harris aportó otros 17 puntos. Entre los dos firmaron un 9 de 18 en triples. Y justo esta fue una de las grandes diferencias del partido, ya que si los Nets acabaron con 15 de 40, los Bucks se quedaron en 6 de 30.
Gran parte de culpa del pobre despliegue exterior de los visitantes la tuvo Khris Middleton. Quien debe ser segunda espada del equipo se quedó en 13 puntos y 13 rebotes con un 6 de 23 en tiros de campo (0 de 5 en triples). Los 19 puntos de Brook Lopez y los 17 de Jrue Holiday no fueron suficiente para cubrir su hueco.
Apostando por P.J. Tucker
Mike Budenholzer optó anoche por abrir la serie con P.J. Tucker en el quinteto inicial. Sin poder contar con Donte DiVincenzo para lo que resta de temporada, el head coach de los Bucks varió en plan del Game 4 ante Miami, cuando dio la titularidad a Pat Connaughton, dando cabida entre los que iniciaron el partido ante Brooklyn al veterano alero. En 28 minutos de juego aportó 7 puntos, 4 rebotes y 2 robos. Está por ver si mantiene el mismo plan en el segundo partido de la eliminatoria.
Harden, misma lesión
La lesión que ha sufrido James Harden es exactamente la misma que le tuvo apartado de las canchas en 19 de los últimos 21 partidos de regular season. Aquella dolencia, producida a principios de abril, le hizo perderse dos partidos antes de intentar volver el 5 de abril. Duró cuatro minutos en cancha y ya no regresó hasta el 13 de mayo; es decir, estuvo 38 días sin disputar un minuto. Está por ver el alcance exacto del problema que se produjo anoche en los isquiotibiales, pero no pinta bien.
(Fotografía de Tim Nwachukwu/Getty Images)