Bruno Caboclo ha sido el protagonista del primer incidente en la burbuja de la NBA. Tal y como informa Tim Bontemps, de ESPN, el pívot brasileño abandonó la habitación en la que debía mantenerse en cuarentena durante 48 horas, lo que le obligará a someterse al protocolo establecido por la Liga para este tipo de casos.
Éste supone la realización de un nuevo test, en este caso el que requiere la introducción del hisopo por la nariz (los test realizados a los jugadores al llegar son menos invasivos) y prolongar su aislamiento hasta un total de 10 días. Una vez que este tiempo se haya cumplido, y siempre que los resultados médicos no digan lo contrario, el jugador podrá reincorporarse a la disciplina de su equipo.
Una infracción involuntaria
Según las fuentes, Caboclo no pretendía infringir ninguna norma, y si abandonó su habitación fue simplemente porque desconocía que no podía hacerlo. No obstante, esto ni mucho menos le exime, ya que la NBA se ha encargado de explicar el protocolo a todos los integrantes de las distintas franquicias que han accedido a la burbuja. «Es algo que debería haber sabido» afirman fuentes de la liga.
El jugador tardará por tanto unos días más en comenzar a ejercitarse con los Rockets, a los que se unió en febrero de este mismo año y con los que solo ha tenido minutos en cinco partidos, promediando unos poco llamativos 2 puntos y 1,8 rebotes. En vista del sistema empleado por los texanos, ni Bruno ni ningún otro pívot parecen llamados a ser fundamentales en el esquema de D’Antoni, aunque quizás las circunstancias le acaben volviendo más útil de lo esperado.
Además de Caboclo, los Rockets no podrán contar durante un tiempo con Russell Westbrook, que tendrá que permanecer en cuarentena en su domicilio tras dar positivo en coronavirus. Por su parte, James Harden y Luc Mbah a Moute tampoco se han traslado de momento a Orlando, aunque por ahora se desconoce el motivo.
(Fotografía de portada: Tom Pennington/Getty Images)