Parece que los Hawks tenían bastantes ganas de que Mike Budenhlzer se marchase, tantas como para que su salida del equipo se haya cerrado garantizándole los 13 millones de dólares que le quedaban por percibir hasta 2020, informa Jeff Schultz de The Atlanta Journal Constitution.
Atlanta y Budenholzer cerraron el adiós de mutuo acuerdo, pero en una situación poco ventajosa para la franquicia. Tony Ressler, propietario del equipo, no quería aceptar la libertad del técnico en estas condiciones, pero finalmente así la cerró el general manager, Travis Schlenk, quien desde hace tiempo parecía inclinado a colocar en el banquillo a una persona de su confianza.
El movimiento, además de servir para que la nueva gerencia tenga a su propio entrenador, responde a una motivación económica que depende en gran medida de que Budenholzer firme un contrato con otro equipo. La idea de Atlanta es que en una profunda reconstrucción como la que comienzan no tiene cabida un técnico de tal prestigio y coste, por lo que ahora buscarán a otro de un perfil más bajo.
El plan no es malo, pero puede hacer aguas. Lo explicamos. Si Budenholzer se sienta en el banquillo de otra franquicia, parece inclinado a querer hacerlo con New York Knicks, su nuevo sueldo se restaría a lo que le debe Atlanta; pero si no es así, los Hawks se verán pagando los 13 millones a Budenholzer además de los del nuevo entrenador…
Varias opciones
Dejando de lado el futuro del ex técnico de los de Georgia, el abanico de posibilidades que manejan para reemplazarlo es realmente extenso. Así, y según información de Andrian Wojnarowski de ESPN, en la terna de candidatos se encontrarían: Stephen Silas, asistente de Charlotte, Nate Tibbetts y David Vanterpool, asistentes de Portland, y los ayudantes de Gregg Popovich en San Antonio, James Borrego e Ime Udoka. El casting debería comenzar pronto.