Carmelo Anthony: «Esto no es una maldita gira de despedida»

El veterano alero asegura seguir confiando en sus posibilidades y querer jugar más años

Su mejor actuación desde que llegó a los Trail Blazers (25 puntos, 4 de 7 en triples, 10 de 20 en tiros totales y 8 rebotes) abre un hilo esperanzador sobre la utilidad de su rendimiento en la NBA actual. Carmelo Anthony podría no resultar tan inservible como la mayoría pensaba en este punto de su carrera, a los 35 años y después de 17 temporadas en activo.

Anthony volvió a la liga en el equipo que más interés mostró en rescatarle y asegura ahora no haber regresado para ser un mero figurante, un homenajeado viviente. El veterano alero confía ciegamente en las posibilidades que su juego puede aportar todavía en una competición cada vez más cambiante, rápida, triplista y aposicional.

«Esto no es una maldita gira de despedida. Mi amor por el juego no ha terminado. No sé de dónde surgió todo eso de la gira de despedida. Yo nunca hablé de eso. Sé lo que puedo hacer todavía y creo en mí mismo. Cuando la gira de despedida llegue, llegará. No es algo en lo que esté pensando ahora. No pienso en retirarme ahora. Creo en lo que todavía me queda dentro», podía alegar Carmelo en una entrevista concedida a Shams Charania, de The Athletic.

Desde que regresara a las canchas, a bordo del barco a la deriva que son los Blazers, Carmelo ha aportado 16,0 puntos, 46,1 en la efectividad de sus tiros de campo, y un un 39,1% tanto en tiros de campo como en triples; todo eso en cuatro partidos (tres derrotas) disputados. No son las mejores obras de su carrera, qué duda cabe, pero sobre todo su último choque abre la esperanza de que Anthony todavía pueda aportar bastante en el desnortado juego de Portland. Anthony fue, de hecho, el máximo anotador de su equipo el día que rompieron una racha de cuatro derrotas seguidas, con Damian Lillard (13 puntos) y C.J. McCollum (21) en cancha.

Carmelo también detalló en la entrevista con Charania que durante su período sabático, no trató de traficar con influencias y, así, conseguir que su buena amistad con diferentes estrellas (LeBron James, Dwyane Wade o Chris Paul) le granjeara un hueco en la liga.

«Nunca juntaría la amistad con los negocios. Yo nunca haría algo así. Nunca le iría a un amigo y le diría ‘necesito esto, ‘¿podrías hacerlo por mí?’ Más cuando se trata de una situación que no está bajo su control. Fue frustrante estar en mi posición, pero decidí controlar lo que podía controlar. Tengo buenos amigos en muchos equipos a los que nunca contactaría para que me hicieran un favor. Así no es como soy yo», podía agregar Carmelo.

Oportunidades tiene la vida, como la que le ha caído del cielo a Carmelo Anthony para que pueda demostrar que aún tiene capacidades para engrasar el ataque de un equipo en problemas como es Portland. Además, si está en su mano, no será esta su última escaramuza en la NBA, pues, como aseguró a The Athletic, quiere seguir jugando durante más años.

(Fotografía de portada: Monica Schipper/Getty Images for Laureus)


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