Carmelo y su fichaje por OKC: “No fue una buena opción, fue todo apresurado”

Poco a poco ya queda atrás el año de Carmelo Anthony en los Thunder, un curso que prometiía buenas cosas, al lado de Paul George y de Russell Wesbtrook, y que sin embargo se convirtió en una gran decepción. Melo, quien llegó a OKC desde los Knicks en septiembre de 2017, consiguió jugar en Oklahoma los playoffs por primera vez desde 2013. Pero aquello se ha antojado como escaso para él, sobre todo si se tiene en cuenta que los Thunder fueron eliminados en primera ronda del Oeste.

Ahora la relación Carmelo-Oklahoma es historia, toda vez que el traspaso entre los Thunder y los Hawks ya es oficial. Carmelo apunta a Houston, pero antes debe resolverse su situación con Atlanta, que lo cortará. El anotador, quien se acogió a su player option hace un mes, cuando todavía pertenecía a los Thunder, tiene pendientes por cobrar para la 2018-19 un total de 27,9 millones de dólares. Cuando sea despedido por los Hawks, será libre de unirse a los Rockets, algo que ocurrirá sí o sí y que solo los plazos legales de este tipo de operaciones está retrasando.

El error de OKC

Este miércoles, en Washington D.C., en un evento privado de Nike, Melo habló por primera vez claro y conciso sobre sus días, decepcionantes, en los Thunder. En declaraciones recogidas por ESPN, el de Queens reconoció que no fueron bien las cosas en Oklahoma. Desde el mismo momento de decidir ir allí. “No fue una buena decisión. Creo que el año pasado, y es la primera vez que hablo sobre ello, fue todo apresurado”.

Carmelo habla de llegar a un plantel donde muchos tenían ya su lugar y al que él arribó sin tiempo de nada, con el inicio del training camp a pocas horas. Y de ese inicio malo se explica su inconsistencia, o al menos eso señala un Carmelo que jugó en OKC su peor temporada como profesional, con 16,2 puntos de media, la anotación más baja de su existencia.

Inicialmente reacio al ‘buy out’

Para el jugador, ser cortado o rescindir un contrato vía buy out suponía un golpe al orgullo. Al principio, Carmelo consideraba que ser despedido de una u otra manera significaba que estabas acabado. “Hablé con mi familia, con mi mujer, y les dije que de ninguna manera aceptaría un buy out, que no iba a ser cortado. Pero me dijeron que a nadie le iba a importar eso, que tenía que hacer lo de que debiera.  Me llevó algún llegar hasta este punto, pero lo acepto”.

Los Rockets

Lo dicho. En cuanto sea despedido por los Hawks y se arregle el papeleo, Anthony estará listo para unirse a los Rockets, por 2,39 millones de dólares, el mínimo salarial para un veterano con 10 o más años de experiencia en la liga.

“Creo que ganar, al final, reescribe todo. Lo asienta todo. Lo vi el año pasado: cuando ganabas, el relato ya estaba escrito; cuando perdías, el relato ya estaba escrito. Es casi premeditado. Pero estoy feliz y emocionado con lo que va a venir. Sea lo que sea”. Y eso será Houston y la candidatura de Carmelo,  quizá por primera vez en su carrera, a estar cerca del anillo.


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