Ya no es sólo un susto. Los tobillos –en este caso el derecho– vuelven a jugar una mala pasada a LaMelo Ball para que en las últimas horas se haya confirmado que estará varias semanas de baja a causa de un esguince, el cual se produjo en el partido del pasado lunes en cancha de Orlando.
La información, apuntada por ESPN, fue confirmada por el propio entrenador de Charlotte Hornets, Steve Clifford, antes de disputarse el partido de la Copa NBA ante New York Knicks. Así se expresó el técnico:
«Obviamente es frustrante. La otra noche fue la primera vez en dos años que asistimos a un partido en el que teníamos la que es nuestra alineación titular proyectada. Básicamente, ese era el equipo que pensé que entrenaría al llegar aquí. Tuvimos únicamente un cuarto y tres minutos con ellos juntos hasta que se lastimó», lamenta antes de señalar el esperanzador mensaje que ha lanzado en el vestuario.
«Esto es parte de la NBA. Como le dije al equipo, deben esperar que las cosas acaben cambiando. Le recuperaremos y también volverán Nick Richards, Cody Martin y Frank Ntilikina. A partir de ahí, tendremos un tramo en el que contaremos todo nuestro equipo. Cuando lo hagamos y nos organicemos un poco más, creo que podremos ser muy buenos», avisa.
Aunque pueda no faltarle razón a Clifford, la realidad es que la pérdida es enorme –y preocupante–. LaMelo ya pasó la campaña pasada por varios problemas en sus tobillos, llegando incluso a someterse a una cirugía justo en el que ahora ha sufrido la lesión. No se trata de un problema aislado, sino de uno demasiado recurrente. Además, hablamos de un jugador que promedia 24,7 puntos, 5,5 rebotes, 8,2 asistencias y 1,4 robos por noche. Con él estaban en un balance de 5-10 (ya 5-11); sin él todo se pone incluso peor.
(Fotografía de Jacob Kupferman/Getty Images)