Karl-Anthony Towns hizo historia esta madrugada al llegar a los 62 puntos y firmar el récord anotador de la historia de los Timberwolves. Pero a su vez, hizo historia al convertirse en el segundo jugador del siglo XXI que, anotando 62 o más puntos, pierde el partido. Y así como en el otro caso hablamos de un Devin Booker que jugando en el penúltimo clasificado del Oeste le hizo 70 puntos al segundo clasificado del Este, el tropiezo de Minnesota, líder de conferencia, ante unos Hornets que no van colistas porque compiten por ello contra dos equipos malos a niveles históricos resulta menos explicable.
Esto enfureció a su técnico Chris Finch, que no se mordió la lengua a la hora de criticar el desempeño general del equipo y de Towns en particular: «Hemos hecho un partido desastroso en defensa y hemos jugado un baloncesto inmaduro. Entiendo que cuando un jugador lleva unas cuantas canastas seguidas intentas darle el balón para seguir aprovechando su buena racha, pero tiene que llegar un momento en el que volvamos a jugar correctamente, a marcar buenas jugadas».
No fue este el caso de los Wolves, que, empecinados en que su pívot firmara un registro histórico, se empeñaron en darle el balón una vez tras otra incluso cuando este dejó de ser un recurso efectivo. Towns se quedó en un pobre 2/10 en tiros de campo en el último cuarto, en el que Charlotte fue poco a poco remontando una diferencia de 18 puntos y llegó a obligar a Finch a sentar a Karl para intentar que los suyos mejoraran en defensa y atacaran con algo más de criterio. Lo cual no ocurrió.
«Le hemos faltado el respeto al partido»
«Hay muchas formas de ser inmaduro, y hoy ha habido muchas actuaciones inmaduras en la pista» prosiguió el entrenador. «Le hemos faltado el respeto al partido y nos hemos faltado el respeto a nosotros mismos. Al final nos hemos llevado exactamente lo que nos merecemos».
El técnico no tuvo reparos en ser incluso más explícito, pues no se contuvo cuando los periodistas le preguntaron si el problema había consistido en que Towns se había empeñado en ir a por una gran cifra de anotación: «Totalmente. A ratos ha funcionado, pero al final nos hemos atascado».
Charlotte se llevó el último cuarto por 18-36, haciéndose con un triunfo por 125-128 en la cancha de un rival que le superaba en 21 victorias al inicio de la noche. En general, los locales firmaron un cuarto periodo desastroso a nivel ofensivo en el que solo anotaron 6 de los 22 tiros que intentaron, algo que Finch, según dijo, trató de advertirles.
«Al descanso les dije que por qué no recuperábamos nuestra identidad, nos centrábamos en defender, y evitábamos que el partido pudiera llegar a un punto en el que si fallamos un par de tiros y ellos meten un par de tiros de repente vamos perdiendo. Pero en ningún momento hemos conseguido frenar a su hombre con balón, les hemos dejado driblar como querían. Y cuando algunos jugadores intentaban defender, no llegaba ninguna ayuda».
(Fotografía de portada: Matt Kelley/Getty Images)