Chris Paul, «mejor que nunca» con Blake Griffin

Hace cinco años que en los Clippers empezaron a jugar juntos Chris Paul y Blake Griffin. Cinco años en los que la histórica franquicia pobre de Los Ángeles pasó a ser candidata al anillo. Y cinco años en los que, ya sea por infortunios o por derrotas sorprendentes, lo máximo que han logrado es plantarse en Semifinales de Conferencia.

Ahora, recién comenzada la temporada 2016-17, en la franquicia californiana viven con un ojo puesto en el futuro de ambos, ya que en el próimo verano serán agentes libres sin restricciones. Lo que en un principio debiera ser un quebradero de cabeza, ya que son sin duda dos de los mejores jugadores de la NBA, puede no serlo tanto dadas las palabras del base, quien afirma su relación con Griffin está en su mejor momento.

«No hay duda, es mejor que nunca. Ambos hemos madurado mucho y nuestra comunicación es increíble en estos momentos. Es algo que a veces toma tiempo, justo lo que me pasó con BG. Estamos viviendo el mejor momento desde que jugamos juntos», expresa en declaraciones a USA Today.

Esa química construida a base de mil batallas se está notando sobre la pista. Los Clippers, con un récord de 13-2 -mejor comienzo en la historia de la franquicia- se han encaramado al primer puesto del Oeste por delante de Warriors y Spurs. En ello mucho han tenido que ver nuestros dos protagonistas. Griffin, con un promedio de 21,9 puntos, 9,3 rebotes y 4,4 asistencias, se está llevando halagos de entrenadores rivales por su papel protagonista en la que es la segunda mejor defensa de la liga. Paul por su parte, con un PER de 30,36 (estadística que marca la eficiencia en pista) es el cuarto mejor de la competición.

Hablamos de dos jugadores que se pueden definir como veteranos y que, lejos de sus inicios en la competición, están totalmente asentados tanto profesional como personalmente. Ambos son padres y ambos tiene clara cuál es su meta.

«Cuando formé una familia y tuve a mis hijos todo cambió de perspectiva. Ver ahora a Blake, con dos hijos y demás… es diferente. ¿Sabes a qué me refiero? Tienes una sensación de urgencia. Creo que compartimos eso y a la vez entendemos que tenemos todo lo que podríamos desear, hasta una familia increíble. Hemos conseguido jugar a lo que amamos. Ahora sólo queremos una cosa (el anillo)».

Unidos en las duras

La conexión de Blake y Chris ha traspasado lo que es el nivel deportivo. La campaña pasada, con todo lo necesario para ir a por el trofeo Larry O’Brien, ambos cayeron lesionados en las Semifinales de Conferencia contra Portland Trail Blazers. Paul recuera bien ese momento y tiene claro que es algo que les ha situado en la misma línea. «Compartimos eso también. Cuando las lesiones aparecieron para ambos en los pasados Playoffs te das cuenta de que debes valorarlo todo mucho más. Simplemente no puedes dar las cosas por sentado».


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