Los Cavaliers están en forma. Anoche, en Milwaukee, sumaron su sexto triunfo consecutivo para colocarse con un balance de 19-12 y auparse hasta la tercera plaza de la Conferencia Este. Cierto es que los Bucks jugaron sin sus mejores hombres, pero ello no debe restar mérito a lo que están consiguiendo los de Ohio, un conjunto al que la mayoría otorgaba una de las últimas plazas de su conferencia antes de empezar la campaña.
Como suele ser habitual, en Cleveland brilló Darius Garland con 22 puntos, pero si hay que define a este equipo, es la gran aportación de su segunda unidad. Cedi Osman puso 23 puntos, Ricky Rubio un doble-doble de 15 puntos y 10 asistencias, y Kevin Love aportó otros 15 tantos. Las cosas están funcionando en los Cavs.
«Para tener éxito contra Milwaukee, tienes que mover el balón. Hicieron un muy buen trabajo al crear buenas posiciones de tiro los unos para los otros», comenta J.B. Bickerstaff, head coach de Cleveland.
Lo cierto es que es difícil calibrar qué podrían hacer los Cavs ante unos Bucks en plenitud. Anoche los de Wisconsin no contaron ninguno de sus titulares. Giannis Antetokounmpo, Donte DiVincenzo, Wesley Matthews y Bobby Portis están en los protocolos de salud y seguridad de la NBA, Khris Middleton se quedó fuera del partido por un problema en la rodilla izquierda, y los escoltas Grayson Allen y Jrue Holiday, pese a estar disponibles, se mantuvieron fuera para darles descanso.
Ante tanta ausencia, Jordan Nwora lideró a Milwaukee con 28 puntos y un 11 de 21 en tiros de campo, mientras que DeMarcus Cousins terminó con un doble-doble de 12 puntos y 12 rebotes. El pívot, quien hasta ahora promedia 5 puntos y 4,3 rebotes con un 37,1% en triples, espera que con el paso del tiempo su aportación mejore.
«Hasta el momento el tiempo de entrenamiento y preparación ha sido limitado. Confío en mi capacidad. Estoy seguro de que eventualmente podré encontrar mi ritmo, así que tengo que seguir adelante», sentencia.
(Fotografía de Matthew Stockman/Getty Images)