La lesión de Kevin Love, que deja a los Cavaliers con dos titulares de baja sumando a J.R. Smith, no impidió que el vigente campeón asaltara Minneapolis. LeBron James y Kyrie Irving lideraron un trabajado triunfo por 108-116 frente a unos Timberwolves que, pese a sufrir también lesiones, estuvieron a un espléndido nivel. El trío formado por Andrew Wiggins, Karl-Anthony Towns y Ricky Rubio plantó batalla hasta el final.
En las manos de Lebron e Irving
Tras traspasar el contrato de Chris Andersen a Charlotte, los Cavs tienen un hueco en plantilla para futuros fichajes. De momento, siguen dependiendo de forma absoluta de sus dos estrellas para generar juego. LeBron James terminó con 25 puntos (10/14 en tiros de campo), 14 asistencias y 8 rebotes, mientras que Kyrie Irving aportó 25 puntos y 7 asistencias. Entre ambos se movió el juego de Cleveland, con dos ejecutores en roles nuevos: el titular Channing Frye, reemplazo de Kevin Love, con 21 puntos y 10 rebotes, y el recién llegado Derrick Williams con 13 puntos desde el banquillo.
Fue así como los Cavs superaron la resistencia de Minnesota. Con Ricky Rubio de distribuidor (5 puntos, 16 asistencias y 8 rebotes), los Timberwolves mantuvieron la igualdad hasta las últimas posesiones gracias a la efectividad ofensiva de Andrew Wiggins (41 puntos) y Karl-Anthony Towns (26 puntos y 8 rebotes). Todo pese al susto de Lance Stephenson, en pleno contrato de 10 días, quien sufrió una aparatosa lesión de tobillo que solo le dejó jugar tres minutos.
Un buen cierre
Con los dos recientes «números 1» del draft de los Timberwolves (el primero de ellos elegido originalmente por Cleveland), el equipo de Tom Thibodeau nunca dejó a los Cavs sentirse cómodos en la cancha, pese a estar siempre por delante desde mediados del segundo cuarto. Solo al final, James, Irving y el sorprendente Williams pudieron evitar sorpresas y mantener la distancia de seguridad de Cleveland ante sus rivales por el liderato del Este.
Los Cavs se quedan con un balance de 38-16, con dos victorias más sobre Boston, y esperando a un cierre de mercado de traspasos que puede aclarar un poco más su perspectiva a la hora de buscar refuerzos. Como la llegada de Derrick Williams ha demostrado, pese a llegar cortado de Miami, cualquier mejora en la rotación será bienvenida. Los Timberwolves, por su parte, siguen sin arrimarse a los playoffs (13º del Oeste con un balance de 21-35), pero al menos revalidó la necesaria fe en el crecimiento de sus jóvenes estrellas de futuro.