Hay que haber vivido debajo de una piedra los últimos años para ignorar el nombre de Cooper Flagg. El joven jugador que aún ni siquiera ha debutado en la NCAA con Duke lleva ya un tiempo llamado a ser el indiscutible número uno del Draft de 2025. No solo eso, sino también esa gran promesa que ponga cara estadounidense a la cara de la NBA. Talentos como estos rara vez se le escapan a Nike o Jordan (su filial). Victor Wembanyama, Zion Williamson o Luka Doncic son ya caras de sendas marcas. Pero Flagg ha optado por una vía menos habitual y que ahora mismo pelea por ser la tercera mayor potencia en lo que a calzado de baloncesto se refiere junto a Puma o Under Armour. La joven promesa ha firmado con New Balance.
Esta decisión, explica Flagg en ESPN, se debe a la cercanía geográfica de la marca con su Newport natal. Concretamente una fábrica en Skowhegan, Maine, a tan solo 40 kilómetros de la casa de su infancia. «Lo hace diferente y especial. Mi madre nos solía llevar a la tienda cuando llegaba la vuelta al colegio. Es una marca que se alinea con mis orígenes», señala.
Ni la duración ni la cantidad del contrato son oficiales. Pero es obvio por el anuncio que ha publicado la propia marca que esta es una firma sumamente relevante. Flagg se une así a Kawhi Leonard, Tyrese Maxey y Jamal Murray como las principales caras de la marca en la NBA, aunque no haya disputado un solo minuto en ella. El nuevo jugador brasileño del Real Madrid Endrick y la precoz tenista Coco Gauff son la muestra del proceder de esta firma con el talento joven. Apuestas a ojos cerrados que den rédito en el mañana.
(Fotografía de portada de New Balance)