Terceras Finales consecutivas para Stephen Curry y los Warriors. Y quizá, mismo rival que en las ediciones de 2015 y 2016, en las que Golden State se midió, con suerte dispar, a los Cavaliers de LeBron James.
Precisamente, una de las espinas que tiene más clavada el vestuario de los Warriors, con Curry a la cabeza, es todo lo que sucedió en las Finales de 2016, cuando se dejaron remontar un 3-1 que ya es historia de la NBA. Cuando todo parecía que iba a seguir la senda de lo logrado en 2015, con el primer anillo en 40 años para los de Oakland, los Cavs dieron la vuelta a las Finales de manera épica y dejaron a los Warriors sin su quinto anillo de la NBA.
Ahora, mientras espera enemigo, que saldrá de las Finales del Este entre los propios Cavaliers y los Celtics (2-1 para los de Ohio), Curry encara ese futuro sin mirar demasiado atrás hacia el pasado, doloroso en 2016, glorioso en 2015.
“El pasado te enseña mucho, pero eso no importa ahora mismo. Tenemos una oportunidad ante nosotros y tenemos que estar concentrados en ella”, aseguró Curry tras derrotar a los Spurs, en declaraciones recogidas por The Mercury News.
“No creo que necesite ver las Finales para entender cómo es la experiencia y estar listo para ello”, concluyó Curry.