Por si se da esa remota opción de que Golden State Warriors derrota a los Thunder y Cleveland Cavaliers pasan por encima de su rival (Raptors o Heat) en final de conferencia, y ambos aspirantes se encuentran por segundo año consecutivo disputándose el anillo en las Finales, los medios de comunicación ya van calentando el duelo en el apartado singular.
Stephen Curry se ha llevado el MVP de la temporada menos discutido de siempre. Unanimidad de votos y reconocimiento general. Pues todos coinciden en que ha sido, de largo, el mejor jugador de la liga. El problema no ha devenido de ahí, sino de una mera concepción semántica.
La segunda y dichosa palabra: «Valioso» (Valuable). Y ahí, LeBron James, puso su puntilla.
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El magnate en pista —y fuera de ella— de los Cavs, no tuvo ningún problema en reconocer públicamente que Curry había sido el mejor de la temporada. Pero entonces decidió también abordar el objeto y significado del premio, y fue ahí donde tuvo sus dudas de, entendiendo que el más valioso no ha de ser necesariamente el mejor, qué jugador lo merecía más. Obviamente, hablaba de él mismo.
Y a esto, como no, preguntado por la prensa a la mínima ocasión, Curry ha sido directo en su respuesta a CBS Sports: «Me he vuelto muy bueno ignorando a la gente. Es la misma historia de los dos últimos años».