Si ayer nos hacíamos eco de la reunión que habían mantenido Damian Lillard y el propietario de Portland Trail Blazers Paul Allen, en unas recientes declaraciones a NBC Sports ha sido el propio jugador el que ha explicado su versión de los hechos y el objetivo no era otro que averiguar cuáles son los planes de la franquicia que permitan aspirar a los cotas más altas de la NBA.
«Todo ha sido muy simple. ¿Cuáles son nuestros planes para acercarnos lo máximo posible a un equipo aspirante? Solo quería abrir una línea de comunicación. No hay nada de malo en ello», explicó Lillard.
«Saben que no soy una persona reserva. Y tengo una buena relación con todos, así que nunca sentí que la gente iba a pensar que tengo problemas con la organización», añadió.
Lo que sí ha reconocido es que la salida de Will Barton mediante traspaso a Denver Nuggets no le causó demasiada simpatía en su momento: «Lo único que dije sobre Barton es que podría ser un muy buen jugador para nuestra plantilla. Nunca dije que tuviera un problema con el traspaso. Y de eso fue hace tres años».
Dejando de lado todo tipo de rumores especulativos, el base ha dejado claro que no tiene ningún tipo de conflicto con Allen, y tampoco con el general manager Neil Olshey. Lo que sí habría reclamado es un pequeño esfuerzo por apuntar una plantilla que les permita pelear por el anillo. Y ahí es donde ha surgido el nombre del pívot DeAndre Jordan, a quien Los Angeles Clippers podrían traspasar antes del próximo 8 de febrero.