D’Angelo Russell no está seguro de cuál será su equipo la próxima temporada, pero de momento está disfrutando de su papel en los playoffs como componente de Los Angeles Lakers. El base fue uno de los jugadores incorporados por el general manager Rob Pelinka antes del cierre de mercado, lo que convirtió a un equipo situado por debajo del 50% en victorias en un posible candidato al anillo.
Estos movimientos, no obstante, llevarán a la gerencia angelina a tomar decisiones difíciles durante la temporada baja, ya que los Lakers tienen en su plantilla a nueve potenciales agentes libres, de los cuales siete disfrutan de un tiempo de juego regular. Uno de ellos es el propio Russell, quien fue adquirido desde Minnesota en un traspaso a tres bandas en febrero.
«Me encantaría quedarme aquí, pero también me hubiera encantado seguir en Minnesota», declaró Russell tras anotar 21 puntos en la victoria de este pasado sábado sobre Golden State Warriors, tal y como recoge el medio The Athletic. «Entonces, donde sea que caigan mis pies, allí es donde estaré.» Cuando fue preguntado sobre si cree que los Lakers lo ven como parte importante del futuro a largo plazo del proyecto, el ‘guard’ respondió: «Tienen que tomar una decisión, ¿verdad? Así que ya veremos.»
Russell se encuentra en el último año por valor de 31,4 millones de dólares del contrato que firmó cuando militaba en Brooklyn. Tras ser seleccionado por los Lakers en el draft de 2015 jugó también para Nets, Warriors y Timberwolves antes de ser recuperado por Pelinka este mismo curso. Inmediatamente asumió el papel de base titular y aportó estabilidad al backcourt angelino. Sus promedios alcanzaron los 17,4 puntos y 6,1 asistencias por partido tras el traspaso, números muy similares a los que está registrando en los presentes playoffs: 16,7 puntos y 6,0 asistencias por velada.
Aunque Russell afirmó que habría vuelto a firmar con Minnesota, también reconoció que esperaba que los Timberwolves lo traspasasen en lugar de negociar con él en la agencia libre. Añadió que no solicitó el traspaso, pero que tenía la sensación de que este iba a suceder.
“Sentí que no podían pagarme, así que lo esperaba”, dijo Russell. “Sentí que lo que iban a ofrecerme no iba a acercarse a lo que buscaba y que luego estaría en una posición en la que tendría que tomar una decisión. Y simplemente mantuve mis cartas firmes y dejé que los dioses del baloncesto se hicieran cargo”.
Russell también indicó que no estaba del todo contento con la forma en que fue utilizado en Minnesota, donde tuvo que pasar a un segundo plano ofensivo en favor de Anthony Edwards y Karl-Anthony Towns. Aunque todavía juega con dos estrellas en Los Ángeles, Russell señaló que ahora tiene más libertad para crear.
«Sentí que estaba atado allí, honestamente», dijo sobre su tiempo con los Timberwolves. “Simplemente tenía que ser la tercera opción. Algunas noches era un poco más agresivo y me retenían. Entonces, estar ahora en una posición en la que puedo prosperar, ser agresivo y hacer que los muchachos se pongan en marcha, donde el equipo se refleja en cualquiera con este tipo de energía, es divertido”.
(Fotografía de portada de Ezra Shaw/Getty Images)