Mike D’Antoni defiende su corta rotación

No creo que exista un manual llamado El Buen Entrenador; y si existe, desde luego yo no me lo compraría. En el baloncesto, como en casi todos los deportes de elevado impacto mediático y económico, no es tan importante el medio como el fin. Es decir, la clave es ganar. Y si logras esto, poco importarán las críticas al cómo lo has logrado. Tienes el anillo, tu sistema de juego ha conducido a él. Punto, no hay más debate. Éste se disuelve como los malos partidos tras los goles.

Desde luego, —vacío fugaz a los mourinhistas— ganar bonito es aún mejor que ganar. Paladear la victoria y además hacerlo brindando espectáculo es el la guinda del deporte. El engranaje de los Spurs, el flow de los Warriors…

Pero en eso del modo hay además otra vertiente. No solo está el ‘cómo juegan los que juegan’, sino el ‘cuántos juegan a eso que juegan’. Y el Mike D’Antoni de los playoffs está siendo, por así decirlo, un pupilo extraordinario del Tom Thibodeau de los Bulls. Confianza limitada, rotaciones cortas, experimentos: los imprescindibles.

Sólo siete

El entrenador de los Houston Rockets lleva manejando una rotación perfectamente definida estos playoffs, tanto ante los Thunder en primer lugar como ante los Spurs actualmente.

A sus cinco titulares se sumaba la participación de sólo tres suplentes: Lou Williams, Eric Gordon y Nenê Hilario. Y con la baja del brasileño para lo que resta de temporada, la rotación de D’Antoni en el último choque frente San Antonio descendió a siete jugadores.

Las críticas, entonces, se dispararon. Porque además hubo prórroga, pero los 53 minutos de partido se lo repartieron en tan solo siete miembros de la plantilla. Se argumenta que la frescura de los chicos de Pops fue vital para decantar el partido de su lado.

¿Algún problema para D’Antoni a la hora de digerir las críticas? «Si siento que debemos usar [más de siete] lo haré. Pero no voy a hacerlo simplemente porque haya gente que no esté de acuerdo con esa situación», ha dicho el coach y recoge Tom Orsborn, del  San Antonio Express-News. Ya vemos que remordimiento ninguno. Firme en pizarra y convicciones.

Sale Dekker

El sexto partido entre Houston y San Antonio ya ha empezado, y Sam Dekker, jugador sophomore que sí ha contado para su técnico durante la temporada regular, había sido baja obligada al principio de los playoffs —lesión de muñeca— y optativa en los últimos partidos, decisión técnica. Hoy ya ha saltado a pista y ha anotado sus primeros puntos.

Parece ser que era cuestión de entrar en dinámica para que poco a poco volviera a tener protagonismo en la rotación. Esto vuelve a dejar la cifra en ocho. Sigue siendo corta. Montrezl Harrell, quién sí había visto tiempo de juego durante el año y con buenas sensaciones, está desaparecido en combate. Sólo los minutos de la basura en partidos ya decididos. Ni la baja de Nenê le abre por ahora una pequeña ventana a la pintura.

¿Puede estar el modo D’Antoni, afectando al fin?


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