No tenía pinta de parche y así acaba de quedar demostrado. El primer «fichaje» de la nueva era Magic & Pelinka no era alguien demasiado conocido. Venía de la fábrica de talentos, Los Angeles D-Fenders de la Liga de Desarrollo. David Nwaba, alero atlético y trabajador de 24 años de edad, era el jugador en el que se fijaban en la directiva angelina para reforzar al primer equipo. Y no han quedado nada desencantados con su aportación.
Terminado su segundo contrato de diez días, los Lakers afrontaban la clásica bifurcación: despedirlo o firmarlo. No sólo han optado por lo segundo y han alargado su alianza por lo que resta de temporada, sino que amplían además por otra más. Los Lakers, no obstante, informa Yahoo! Sports, se guardan la opción de equipo para el curso 2017-18.
Atlético y buen defensor
«Lo bueno de de David es que no le asusta ningún reto», decía Luke Walton ayer lunes. «Nuca se ve superado por la situación, lo que es algo bastante increíble para alguien en sus circunstancias».
El calendario ha favorecido al forward, quien ha podido contar con una lluvia de oportunidades en lo que han durado sus dos breves contratos. Hasta en diez ocasiones se ha enfundado la casaca oro y púrpura, para un rédito estadístico de 3,6 puntos y 2.0 rebotes en 14,4 minutos. Pero más allá de sus números —que deberían ir engordando con la acumulación de minutos y partidos— es su defensa y pundonor lo que ha convencido a los Lakers de que merece un hueco en la plantilla.
No fue seleccionado en el Draft 2016; sin embargo, Nwaba ya tiene un futuro mucho más prometedor que muchos jugadores de segunda —y primera— ronda en la NBA.