La NBA lleva ya unos cuantos años anticipando la llegada de la primera mujer que ocupe un banquillo de la mejor liga de baloncesto del mundo como entrenadora principal. El puesto parecía estar destinado para Becky Hammond. Primero como favorita a heredar el banquillo de San Antonio cuando Popovich lo dejase. Y, poco a poco, sonando para los banquillos de más franquicias. Los rumores sobre la actual asistente de los Spurs han abierto la puerta a un buen número de mujeres preparadas para dar ese paso. Dawn Staley, integrante del Salón de la Fama por su labor como jugadora y entrenadora en la Universidad de Carolina del Sur, ha sido la última en salir al estrado. «Soy capaz de liderar a un grupo de hombres».
La actual técnico de la selección femenina estadounidense se mostraba rebosante de confianza en su entrevista para The New York Times. «Tengo muchos credenciales. No importa si tengo en frente a un All-Star o a un MVP. Puedo lidiar con ello». Durante las últimas semanas Staley ha sido vinculada a varios banquillos vacantes en la NBA y los Portland Trail Blazers planean entrevistarla para el puesto que ha dejado Terry Stotts.
Asegura que ella no ha llamado a ninguna puerta, pero que se siente más que preparada gracias a su bagaje. Pese a la seguridad que muestra, también sabe que la primera mujer que llegue a esa posición va a ser un foco de atención permanente. «Mucha gente va a estar esperando a que cometas un error. Es algo de lo cual los hombres, blancos o negros, no deben preocuparse. La presión sería mucho mayor para una mujer en esa situación».
El futuro dirá si la próxima temporada se convierte en la primera de la historia en iniciarse con una mujer como una de los treinta técnicos jefe de la liga. Sea como fuere, los rumores nunca habían apuntado a esta posibilidad con mayor fervor. Tarde o temprano estaremos ante una realidad para la cual Hammond o Staley partirán con, al menos, la misma preparación que sus homónimos masculinos.
(Fotografía de portada de Elsa/Getty Images)