La sorprendente marcha de Kenny Atkinson de los Brooklyn Nets no ha tardado en generar rumores sobre los posibles motivos, y los primeros no apuntan precisamente bajo. Kevin Durant y, sobre todo, Kyrie Irving, han sido señalados como posibles causantes de la situación que ha llevado al técnico a abandonar la franquicia, lo que ha llevado a DeAndre Jordan a salir a defenderlos.
«Si vais a señalar a los nuevos jugadores, señaladnos a los ocho» afirmó. «Todo lo que se está diciendo es basura. Al fin y al cabo, esto no deja de ser un negocio: los entrenadores son despedidos, los jugadores son cortados y traspasados… Estas cosas pasan».
Los Nets anunciaron que la salida se produjo tras un acuerdo mutuo entre entrenador y franquicia, aunque los medios estadounidenses han señalado que fue Atkinson quien más puso de su parte para que esta se diera. Según parece, el entorno generado le habría hecho perder cualquier tipo de interés por ser el entrenador del equipo la temporada que viene, lo cual, tratándose de un curso en el que Brooklyn arrancará, al menos teóricamente, como una de las potencias del Este, no deja de resultar sorprendente, y parece evidenciar que algo no iba bien a nivel extradeportivo.
Sean Marks, general manager de la franquicia, fue preguntado al respecto cuando se conoció la noticia, y tampoco quiso concretar demasiado: «Los 17 jugadores de la plantilla han tenido el mismo impacto en la decisión» señaló.
De esta forma, Atkinson cerró su etapa en Brooklyn con un 118 victorias y 190 derrotas, un balance poco brillante pero tras el que hay un gran trabajo. El técnico llegó en una etapa particularmente complicada, pero ayudó poco a poco al equipo a crecer y, de la mano de Marks, construyó una plantilla prometedora a partir de las cenizas de la anterior. La consagración de dicha reconstrucción debía llegar el próximo curso, pero tendrá hacerlo de la mano del entrenador que la franquicia neoyorquina elija en verano.
(Fotografía de portada: Streeter Lecka/Getty Images)