Recuperados de su derrota ante Cleveland que les impidió auparse al primer puesto del Este, los Raptors se reencontraron con la victoria a costa de hundir un poco más a Minnesota. En un partido muy especial para un DeMar DeRozan cada vez más relevante en la joven historia de la franquicia canadiense, Toronto remató en un gran final de sus estrellas para imponerse por 110 a 124, homenajeando de nuevo a los Huskies (primer equipo profesional de la ciudad) en sus uniformes.
Diciembre de récords para DeRozan
— x – Toronto Raptors (@Raptors) December 9, 2016
En el duelo ante los Timberwolves, DeMar DeRozan consiguió un especial hito histórico, convertiéndose en el jugador que más partidos de temporada regular ha disputado con los Raptors. El escolta, quien disputó su 543º encuentro en su octava campaña con el equipo canadiense, deshacía de esta forma su empate con Morris Peterson. El de partidos jugados podría no ser el único récord que DeRozan puede batir antes de final de año, estando a solo 224 puntos (con 10 partidos por jugarse antes de 2017) de superar a Chris Bosh y convertirse en el máximo anotador histórico como jugador de Toronto.
El escolta lo celebraba no solo con el triunfo, sino aportando 27 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias para los Raptors, que se reencontraron con la victoria tras haber caído tres días antes ante sus íntimos enemigos de Cleveland. De nuevo, su conexión con Kyle Lowry (25 puntos y 11 asistencias) fue lo mejor de Toronto, mientras que Jonas Valanciunas (20 puntos y 10 rebotes) conseguía convertir en equilibrada su batalla en la píntura con Karl-Anthony Towns (17 puntos y 11 rebotes).
Here's that KAT dunk on Valanciunas https://t.co/mEql6oOiZW
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El pívot de origen dominicano, eso sí, dejó el mate del partido sobre el propio Valanciunas. Un escaso consuelo ante una derrota que los 29 puntos de Zach LaVine no evitó. Por su parte, Andrew Wiggins, criado en un suburbio de Toronto (Thornhill), terminó con 26 puntos en su regreso a al ciudad canadiense.
Cierre perfecto en Toronto
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Toronto, pero, fue de menos a más para llevarse el partido. Tras ver como los Timberwolves dominaban el inicio del partido, los Raptors equilibraron el partido en el segundo cuarto para dar la estocada definitiva en unos grandes minutos finales de Kyle Lowry y DeMar DeRozan. Los problemas de Minnesota para cerrar los partidos calientes volvió a jugar en su contra. El parcial final de 36-21 en el último cuarto llevó al traste todo el trabajo anteiror para sumar su sexta derrota en los últimos partidos.
Los Timberwolves, pagando la floja dirección de Ricky Rubio (firmando mínimos de carrera NBA en puntos, asistencias, robos y porcentajes de acierto) y del joven Kris Dunn bajo la nueva dirección de Tom Thibodeau, siguen viéndose cada vez más lejos de los Playoffs ya con 10 derrotas por debajo del 50% (6-16). Un escenario muy diferente para unos Raptors que siguen en segunda posición del Este con un balance de 15-7.