Unos momento antes, en la pista, y enfrente de unos Suns en teoría superiores, DeMarcus Cousins había cerrado el partido, con victoria, merced a una no escasa de suspense canasta sobre la bocina. 85-83, en casa, con el público más que agradecido por la acción y los elogios de todo el que había visto aquello. Pero Cousins quiso incidir en otro detalle, tal como se hicieron eco la mayoría de medios americanos.
El pívot de los Kings, molesto por algunas informaciones que le situaban como el gran impedimento a la contratación de George Karl, sorprendió lanzando un reto, casi en clave, a los periodistas que le entrevistaban a pie de vestuario tras el final del partido.
«Lo más disparatado es que tengo una pregunta para todos vosotros. ¿Cómo vais a detener el plan de Dios? ¿Cómo vais a hacerlo? ¿Cómo haríais eso? Eso es todo lo que quiero saber. Cómo vais a parar los planes de Dios», dijo Cousins en el vestuario.
«Tío, esta ciudad me ha dado mucho, y he sido leal a ella todo el tiempo. Hey, solo quiero saber es cómo vais a detener el plan de Dios. Él da sus batallas más duras a sus soldados más fuertes. La maratón continúa. Yo estoy fuera», continuó el pívot de Sacramento.