Por primera vez desde que comenzó la temporada, Kyrie Irving no se vistió de espectador en un partido que se disputaba en el Barclays Center. Mientras se preparaba para disputar su primer duelo como local este curso, se podía observar como los aficionados añoraban su presencia sobre la pista. Kyrie, debido a motivos extradeportivos, ha sido el jugador que peor rendimiento ha ofrecido a los Nets del ya separado Big Three. Sin embargo, paradójicamente, los propios seguidores de la franquicia son conscientes de que encontrar su mejor versión es una de las claves de la temporada.
Partiendo de la base de que el gran nivel que ofrecerá Durant es un hecho que puedes dar por seguro, la responsabilidad del salto competitivo recae entre Kyrie Irving y Ben Simmons. Con el ex-jugador de Philadelphia todavía fuera de la rotación por problemas físicos, es ahora cuando los Nets más necesitan a Kyrie. Desde que llegó a Brooklyn sus estadísticas individuales están a la altura de lo esperado. Tres temporadas consecutivas rondando los 27 puntos por partido. No obstante, sus números no siempre se han traducido en victorias.
Con el permiso para jugar disponible, podemos calcular que la decisión de Irving de no vacunarse habrá dejado a los Nets sin una de sus superestrellas durante aproximadamente un tercio de la temporada para cuando comiencen los playoffs. El peaje que han tenido que pagar fue un ataque debilitado en el primer tramo de la temporada, una rotación corta en el puesto de base y una sobrecarga de trabajo para Durant y James Harden, antes de este último fuese traspasado. Pero es ahora, cuando todavía todo está por decidirse, el momento de valorar si todavía está a tiempo de salvar su propia temporada y la del equipo.
¿Contraproducente?
No deja de ser curioso que el récord de victorias de Brooklyn Nets durante esta temporada empeore cuando el base juega. En los 22 partidos en los que ha participado Irving, su equipo tiene una marca de 9 victorias y 13 derrotas que contrasta con la de 30-23 que manejan sin él. Es cierto que al disputar únicamente duelos fuera de casa se esperaba que el porcentaje de victorias fuese menor, pero quizás no de una forma tan exagerada.
Más allá del récord puro de victorias, si nos detenemos en sus parámetros de carácter individual sí que podemos intuir su importancia. Según la estadística RAPTOR, Irving es el segundo jugador de los Nets que mejor rendimiento general ofrece, solo por detrás de Kevin Durant. Su nivel defensivo estándar queda compensado por una descomunal aportación en ataque. Basándonos en esta misma estadística, tan solo Nikola Jokic, Trae Young y Stephen Curry aportan más que Kyrie al ataque de sus equipos.
Eso sí, en su primer partido en casa de la temporada, ante Charlotte Hornets, Irving parecía desconcertado. Se trataba de su primer back-to-back desde comienzos de febrero y se le vio fatigado. Erró sus primeros cuatro tiros y su primer punto llegó en su segundo intento de tiro libre. Mientras la multitud cantaba «Kyrie´s Home”», el base fallaba la mayoría de sus lanzamientos. Algo extraño.
Justo a tiempo
El regreso de Irving a los partidos disputados en Brooklyn llega justo antes de los playoffs. Los Nets se han dejado llevar en esta temporada regular, especialmente desde que empezaron las molestias físicas de Kevin Durant. Parece evidente que los de Steve Nash tienen muchas cartas guardadas de cara a su carrera por el título. Una de las más importantes será la poder contar con Irving cuando jueguen en casa, hecho que multiplica sus opciones de avanzar rondas. Si se hubiera mantenido la prohibición, las esperanzas en playoffs de los Nets no parecían extenderse mucho. No poder contar con Kyrie durante tres o cuatro partidos de siete posibles no suponía un buen presagio.
Aunque parezca increíble, Irving solamente ha jugado cuatro series de postemporada después de su famosa actuación en las Finales de las que salió campeón. Tanto en 2019, con Boston Celtics, como en 2021, ya en los Nets, quedó eliminado en las semifinales de la Conferencia Este. A pesar de ello, todavía muchos aficionados de los Nets recuerdan y desean ver la versión letal de Kyrie en aquel año 2017 mientras jugaba en Cleveland. Llegó a promediar más de 29 puntos por partido en unas Finales de la NBA.
Con Irving presuntamente disponible para todos los partidos de aquí adelante, los Nets tienen una plantilla suficientemente capaz de ganar a cualquier equipo de la NBA. Ni siquiera el estado físico de Ben Simmons preocupa de la misma forma. A pesar de que muy probablemente accedan a las eliminatorias mediante el torneo de Play-In, ninguno de los equipos punteros quiere cruzarse con Brooklyn. El tiempo, la suerte y las lesiones han jugado en contra de los Nets en las últimas temporadas, pero este puede ser el año en que todo cambie.
Kyrie creció en Nueva Jersey y era aficionado de los Nets desde antes de que cruzasen el río Hudson. Cuando era joven, idolatraba a Jason Kidd y presionó para que el equipo retirase el número 15 de Vince Carter. Es uno de los jugadores más activos con la comunidad de la franquicia. Este curso, con Durant en forma y una plantilla más que competitiva, no tiene ninguna excusa para no estar a la altura de las expectativas. Una bonita historia puede estar a punto de ser escrita.
(Fotografía por Mike Stobe/Getty Images)