Dos semanas después de que se cancelase la venta de los Minnesota Timberwolves, empezamos a tener claro el motivo principal por el que la operación saltó por los aires cuando todo parecía listo para la firma…
El desenlace del traspaso de poderes de Glen Taylor a Marc Lore y Alex Rodríguez ha sido del todo inesperado. Casi tres años después de que se supiese que la venta de los Timberwolves y las Minnesota Lynx era un hecho a falta de diversos detalles como el pago de todos los plazos estipulados, finalmente Taylor decidió hace días que mantendría el poder de la franquicia.
En un principio se habló de que Lore y Rodríguez no habían cumplido con el plazo para pagar el segundo 40% acordado en su día, algo que el propio Taylor deslizó a los medios; sin embargo, los compradores desmintieron tal situación, dejando así en el aire el motivo del fracaso de la venta. Pues bien, justo sobre eso arroja luz Adrian Wojnarowski de ESPN.
Según el citado periodistas, Marc Lore y Alex Rodríguez presentaron una proyección financiera que supondría una reducción considerable en la nómina de la plantilla. Para ser exactos el plan de estos era rebajar el coste de los salarios de la plantilla hasta dejarlo en 171 millones de dólares para la campaña 2024-25; es decir, por debajo del umbral proyectado para el impuesto de lujo (172 millones).
Ante este panorama, Taylor entendió que se pondría en peligro la capacidad de la franquicia para competir por un título, por lo que deshizo el trato para mantener el control del equipo. Esta decisión llega alimentada por el hecho de que los Wolves estén peleando actualmente por la primera plaza de la Conferencia Oeste y que, por tanto, parezcan tener una oportunidad de ser campeones en los cursos venideros.
(Fotografía de David Berding/Getty Images)