Detroit toma el Chase Center con un triple de Saddiq Bey sobre la bocina

Los Golden State Warriors parecen haberse abonado a la locura. Tras llevarse un triunfo agónico ante los Hawks hace unos días, hoy les ha tocado sufrir la otra cara de la moneda al caer en el último segundo ante los Pistons, que se llevaron la victoria del Chase Center por 119-122. Saddiq Bey fue, con un triple sobre la bocina, el encargado de silenciar al pabellón, que había estallado apenas unos segundos antes al ver a los suyos empatar el duelo y quedarse a las puertas de una prórroga en la que buscar la victoria.

Y es que, con 116-119 en el marcador, los de Kerr ejecutaron a la perfección un saque de banda que, tras un pase cruzado de Ty Jerome a Anthony Lamb y un bloqueo indirecto de Looney a Klay Thompson, permitió al escolta recibir con espacio para lanzar el triple del empate. Y aunque, con un 2/9, no estaba siendo una noche especialmente acertada desde el perímetro para él, no falló y puso la igualdad en el marcador con una acción heroica. Pero había un problema: todavía quedaban 1,1 segundos por jugarse.

La acción de Detroit tras el tiempo muerto no estuvo tan bien dibujada ni ejecutada, pero dio igual. Tras varios bloqueos en los que no parecía estar generándose demasiada ventaja, Bey logró salir con algo de espacio para recibir el pase de Killian Hayes, y sin tiempo para más que girarse y lanzar, armó el brazo tan rápido como pudo buscando dar a los suyos la victoria. Así fue. El balón entró en el aro como un daga en el corazón de los Warriors, provocando el estallido del banquillo visitante y haciendo a los californianos ver como su racha de cinco victorias consecutivas terminaba ante el rival más inesperado.

«Ni siquiera recuerdo muy bien qué pasó» reconoció el de los Pistons. «Solo quedaba un segundo, así que no tenía tiempo para pensar. Tuve que tirar nada más recibir y agradezco que haya podido entrar».

Bey se fue así hasta los 17 puntos, terminando como tercer anotador de los suyos tras los 29 de Bojan Bogdanovic, que volvió a ejercer como referencia, y los 18 de Jalen Duren, que firmó un gran encuentro al anotar todos sus tiros de campo (8/8) y añadir 11 rebotes para firmar un doble-doble. El pívot formó un gran dúo con Killian Hayes, quien estuvo desacertado en el lanzamiento pero se encargó de nutrir a sus compañeros con 13 asistencias, incluida la de la canasta final.

Los Warriors, por su parte, volvieron a encomendarse a Klay y a Jordan Poole, que con 30 y 24 tantos respectivamente volvieron a tirar del equipo ante las bajas de Curry y Wiggins. Esta vez, tanto Jerome como Lamb fueron también importantes sumando 18 y 17 puntos desde el banquillo, permitiendo a los de Kerr aferrarse al duelo hasta el final e incluso formando parte de la acción que estuvo a punto de valer una prórroga. Con todo, Golden State está sobreviviendo a estas semanas de ausencias, pero las formas hicieron especialmente doloroso este tropiezo en un partido que, de haber caído a su favor, les habría colocado empatados con los Clippers en la sexta posición de la Conferencia Oeste.

(Fotografía de portada: Ezra Shaw/Getty Images)


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