LaMelo Ball es una figura controvertida de la Liga. Desde antes de su llegada a la NBA el joven jugador no deja indiferente a nadie. Para muchos es uno de los jugadores más espectaculares y con más potencial dentro de este deporte, pero para otros es un simple playmaker que sabe como adornar pases sencillos. Su fama y su rendimiento le han llevado a ser uno de los nombres propios de este draft, ya que fue escogido en la tercera elección. Un puesto que muchos creían que era demasiado alto por un jugador que no había jugado en NCAA.
No obstante, pese a un inicio de carrera profesional con más dudas que respuestas, parece que el pequeño de los hermanos Ball está adaptándose a la competición. Una pieza clave para los Charlotte Hornets, que lo tienen relegado a la segunda unidad por el momento. Aunque sí es cierto que está jugando minutos muy importantes para el transcurso del partido, y tanto su entrenador como sus compañeros lo valoran mucho. De hecho, tal es así que en diferentes ocasiones hemos visto a jugadores como Miles Bridges o al propio James Borrego salir a defender al rookie en rueda de prensa.
En cambio, la noticia de hoy es una muestra de como el prometedor playmaker se ha ganado el respeto en la NBA. En poco tiempo, LaMelo Ball ha sorprendido a muchos integrantes de la Liga, entre ellos Doc Rivers. El entrenador de los Philadelphia 76ers dijo esto del de Chino Hills después de enfrentarlo hasta en dos ocasiones: «Me encanta su juego. Estaba enamorado de Luka Doncic el año pasado, o tal vez su año de novato, y también lo estoy cambiando ahora. LaMelo Ball va a ser fantástico. Parece que tiene un don para el balón cuando está en defensa, rebotando sabiamente. Y su visión es increíble. Charlotte tiene un buen jugador».
Palabras más que importantes de uno de los entrenadores más veteranos del baloncesto actual. En estos dos choques previos, la figura de LaMelo no brillo en exceso, pero si que dejó muy buenos detalles y empieza ya a aspirar a ser titular. Evidentemente, es un jugador diferente, de los que quedan pocos, pero todavía le queda mucho para asentarse primero en su equipo y luego en una competición tan exigente como es la NBA.
(Fotografía de portada de Tim Nwachukwu/Getty Images)