Draymond Green ha recuperado «el amor por el juego»

Draymond Green está feliz. Los Warriors son en estos momentos el mejor equipo de la NBA con 15-2 y la sonrisa ha regresado a un equipo que, tras dos años sufriendo, parece estar en el camino correcto para volver a pelear por ser campeón. Sí, es obvio que tal pretensión depende en gran medida de cómo regrese Klay Thompson, pero tal momento se espera ya no como una necesidad, sino como un impulso más para un conjunto en el que todo está funcionando; tanto es así que esta pasada madrugada han vencido con solo 12 puntos de Stephen Curry, y 65 entre Andrew Wiggins y Jordan Poole

Uno de los jugadores que siempre es termómetro de cómo están las cosas por San Francisco es Draymond Green. Siendo uno de los veteranos y jugador fundamental en los tres anillos conseguidos en los años 2015, 2017 y 2018, el ala-pívot no puede esconder su satisfacción por lo que están consiguiendo.

«Acabo de encontrar ese amor por el juego de nuevo. Ha sido como pasar por un montón de mierda y ver cómo el amor se desvanecía un poco. Pero acabo de reencontrar ese amor y alegría por el juego. Estoy disfrutando jugando al baloncesto y controlando lo que puedo controlar. Un punto en el que he enfatizado este año ha sido simplemente controlar lo que podía controlar. Eso se traslada a la cancha, a los árbitros, a lo que ocurre fuera de la cancha… Es un paso más en mi vida y creo que se nota jugando al baloncesto», comenta a los medios.

Respecto a su motivación actual, Green señala que el hecho de que sus hijos hayan crecido le anima a demostrar qué tan bueno puede ser, algo que aúna al hecho de haberse puesto como objetivo el volver a tener reconocimiento individual en los premios que reparte la NBA.

«Mi hijo está creciendo y mi hija mayor tiene ya 7 años; ellos me señalan si perdemos. Así que eso es motivación para mí. He sido una mierda los últimos dos años, por lo que mis hijos realmente no entienden lo bueno que soy. Quiero que vean lo bueno que soy y que lo entiendan. En mi mejor momento eran muy pequeños. Y lo más importante es que quiero ganar, quiero volver a ser Jugador Defensivo del Año y volver a ser un All-Star. Y eso me motiva porque mucha gente me había descartado. Es el mismo error que tuvo alguna gente cuando llegué la liga, muchos dudaron de mí y ahora vuelven a hacerlo. Eso es combustible para mi fuego», sentencia.

Green está con ganas, pero por el momento es difícil señalar que esté teniendo reflejo directo en sus estadísticas. En la presente campaña está en un promedio de 8,1 puntos, 7,5 rebotes y 7,6 asistencias, números que no distan demasiado de los marcados en las anteriores temporada. En el aspecto que sí ha dado un paso al frente es en el acierto en el tiro, ya que está en un 56,3% en tiros de campo (mejor de su carrera) y 37,5% en triples (mejor desde el curso 2015-16); el lunar llega desde la personal con un 53,1% (peor de su carrera). Que está disfrutando más es obvio, pero que recupere guarismos de hace un lustro es otra historia.

(Fotografía de Jason Miller/Getty Images)


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