El recorrido de Duncan Robinson en Miami está siendo hasta cierto punto curioso. Llegando al equipo en 2018, fue el año de la burbuja de Orlando en el que rompió todos los esquemas para ser pieza clave de unos Heat que se plantaron en las Finales para terminar cayendo ante los Lakers. En ese momento parecía que el alero tendría un fantástico caminar por Florida, pero ello no evitó que en la 2022-23 tocase fondo y que se empezase a hablar incluso de contrato tóxico –le firmaron una renovación de cinco años y 90 millones de dólares en 2021–.
Pero fue sólo un tropiezo. Robinson regresó el curso pasado (2023-24) con energía renovadas para jugar 68 partidos de temporada regular (36 como titular) y promediar 12,5 puntos con un 39,5 por ciento en triples. Todo iba encaminado hacia una gran actuación global, pero una lesión en la espalda le hizo perderse nueve partidos de la temporada regular y jugar muy limitado en playoffs. Ahora, en declaraciones a Anthony Chiang de Miami Herald, asegura estar recuperado por completo.
«Me siento muy bien. Tomamos todas las medidas necesarias, viendo a quien necesitábamos ver. No tengo restricciones de ningún tipo. No he estado limitado durante la mayor parte de las últimas ocho semanas. He jugado de manera informal y sin limitaciones. Sigo enfocándome y poniendo énfasis en cosas que estoy haciendo en el gimnasio, pero no he tenido ningún contratiempo. Fue un duro despertar cumpliendo 30 el pasado abril y tener problemas de espalda durante un mes», señala.
Robinson, a quien le restan dos años de contrato por valor de 39 millones de dólares, será nuevamente pieza esencial del esquema de Erik Spoesltra y unos Miami Heat que apenas han cambiado la fisonomía de su plantilla respecto a la anterior temporada.
(Fotografía de Gregory Shamus/Getty Images)