Kevin Durant trabaja estos días, junto a una veintena de compañeros, en Las Vegas, dentro del minicamp de la selección de los Estados Unidos, primera parada con la vista puesta en la Copa del Mundo de China 2019. Ese puede ser otro logro internacional para el de los Warriors, que suma dos oros olímpicos y un oro mundialista, el de 2010 en Turquía, donde además fue elegido MVP.
Pero antes de China, KD afrontará otro curso exigente con los Warriors, su tercera campaña en La Bahía, donde llegó en el verano de 2016. Desde entonces, éxito total, con dos anillos de dos posibles y MVP de las Finales de 2017 y 2018.
Contratos cortos
Y sin embargo, todo ello, el ser la piedra angular sobre la que Golden State ha dado el salto definitivo hacia convertirse en dinastía, no le ha traído de vuelta grandes contratos en cuanto a duración se refiere. Y básicamente ha sido porque el jugador así lo ha deseado. “El 1+1 es la opción perfecta”, ha apuntado Durantula a Shams Charania, para Yahoo Sports.
Desde que se uniera a los Warriors, en ese ya famoso 4 de julio de 2016, Durant siempre ha dejado la puerta abierta a algo nuevo tras el primer año de contrato. Todos los acuerdos suscritos cada verano desde 2016, y van tres, contienen una player option al final del primero de los dos años suscritos. Para el de 61,5 millones firmado en esta agencia libre, también. Sí, Durant puede volver a ser agente libre en el verano de 2019, como lo ha sido en el de 2018 y como lo fue en el de 2017. Luego, siempre ha continuado en los Warriors, algo que se da muy factible a corto plazo, pero con estos mecanismos el jugador desea tener el control, vivir el día a día y no hipotecar su porvenir deportivo.
“No quiero mirar al futuro ahora. El 1+1 es la opción perfecta para mí, para dejar las cosas abiertas”.